Un vecino de Gandia con numerosos antecedentes penales se enfrenta a una posible pena de quince años de cárcel por maltratar de forma continuada a su pareja y madre de sus dos hijos e incluso fustigarla con una vara cuando estaba embarazada. Fruto de esta paliza la mujer sufrió un aborto a principios de octubre de 2014, según considera acreditado el Ministerio Fiscal, por lo que se le imputa también al acusado un delito de lesiones en concurso ideal con el de lesiones al feto.

El juicio por estos hechos ocurridos entre el año 2009 y diciembre de 2014, fecha en la que la víctima interpuso la primera denuncia, se celebró ayer en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia. En el interrogatorio al acusado, éste negó rotundamente haber golpeado a su compañera sentimental con una vara y ser el causante del aborto que sufrió ésta. De hecho, incluso alegó en su defensa que fue su mujer quien se autolesionó porque quería perder el bebé. Un familiar del procesado apoyó su versión, aunque las médicos que atendieron a la víctima en el centro de salud aseveraron ante el juez que ésta se mostró en todo momento preocupada por el estado del feto y por la posibilidad de perderlo.

Respecto al origen de las lesiones que presentaba cuando acudió al ambulatorio, las facultativas explicaron que en ese momento la mujer no les manifestó que su compañero la hubiera agredido y atribuyó las mismas a una caída por las escaleras.

Por su parte, la víctima relató en el juicio un largo calvario de seis años de convivencia con su presunto agresor, en los que los golpes y los desprecios eran frecuentes. Sin embargo, confesó que no lo denunció antes y trató de ocultar la paliza por la que perdió su bebé «por miedo». Además narró cómo el 20 de septiembre de 2014 el padre de sus hijos, a los que también maltrataba, la golpeó reiteradamente en las piernas y el vientre con una vara hasta romperla mientras le profería insultos como «puta» o «no vales para nada».

La defensa del acusado sostiene que la víctima situó esta agresión en un primer momento en el mes de agosto y que no guarda relación de causalidad alguna con el posterior aborto de octubre.