La Guardia Civil de Alicante investiga la aparición de los restos óseos descubiertos este fin de semana en aguas próximas al Peñón de Ifach, en Calp.

El primer hallazgo se produjo a las 12:30 horas del sábado, 27 de agosto, por unos buceadores de una escuela que encontraron, junto al Puerto de Basetes de Calp, una sábana atada en forma de apero en cuyo interior había restos óseos humanos. Todos los huesos tenían un tono marrón oscuro. Además, también había diferentes objetos, entre los que se encuentran palos y ramas, un cuenco y plumas de aves.

A la llegada de los agentes, y tras el levantamiento de los restos, fueron examinados por el médico forense en el tanatorio de La Vila Joiosa, quien determinó en un primer examen que los huesos habían estado enterrados en tierra (de ahí que tomaran ese color marron) y estimó su antigüedad entre 30 y 40 años sin apreciar signos de violencia en los restos.

No obstante, todos los huesos han sido enviados al Instituto Anatómico Forense para someterlos a un estudio más exhaustivo y a una posible extracción de ADN que ayude en su posible identificación.

Al tener conocimiento del avistamiento de otros envoltorios similares en fondos próximos al del primer hallazgo, agentes del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) realizaron el domingo un rastreo de la zona y localizaron a 300 metros del punto anterior un nuevo paquete, a 19 metros de profundidad, en el que había más restos óseos además de un cuchillo, cañas, una muñeca de juguete y diversos objetos más.

Examinados por el forense esos nuevos restos óseos, éste determinó que algunos huesos podrían ser humanos, pero otros no, por lo que se decidió enviarlos al Anatómico Forense para su análisis.

Varios testigos, pertenecientes a la escuela de buceo, afirman haber visto un tercer envoltorio, aunque de momento no ha podido ser localizado.

Según fuentes de la Guardia Civil, se estima que los paquetes pudieron ser arrojados al mar entre 48 y 72 horas antes de ser encontrados.

Aunque no se descarta la hipótesis de que pudiera tratarse de un ritual de santería, hasta el momento se actúa con cautela, ya que los investigadores del Instituto Armado están consultando con expertos en la materia por si pudieran aportar nuevos datos que condujeran a nuevas líneas de investigación.