Un domingo como cualquier otro acabó siendo un día que algunos de los vecinos de la localidad de Silla no olvidarán. Un hombre armado con un fusil de asalto merodeó por las calles del municipio a primera hora de ayer y alarmó a la población, aunque no hubo que lamentar heridos.

Los hechos sucedieron durante la mañana de ayer, alrededor de las nueve, cuando un vecino conocido de la zona en la que sucedieron los hechos se dirigió a un restaurante con un Kalashnikov AK-47. Algunos testigos aseguran que había estado previamente en el local y que habría sido el comentario de alguno de los allí presentes lo que le habría hecho subir a su vivienda y coger el arma.

«Todo el mundo se ha quedado de piedra cuando hemos visto a este hombre con el fusil. La gente que estaba en las terrazas ha empezado a entrar rápidamente en los establecimientos porque no sabía lo que podía pasar», contó una mujer que vivió los hechos de cerca.

Al parecer, el sospechoso habría recibido algún tipo de insulto o de comentario que hirió su sensibilidad por lo que decidió abandonar el local en el que se encontraba y marcharse a su casa para coger un arma que allí tenía.

Poco después, se dirigió, de nuevo, al establecimiento donde habría estado previamente. Una vez volvió, algunos de los que se encontraban en el lugar actuaron nerviosos intentando en todo momento que no disparase el arma hasta que finalmente varios hombre se abalanzaron sobre él y lo inmovilizaron.

En ese momento, una de las personas llamó a la Guardia Civil, mientras otros colocaban al hombre en una silla. Los agentes tardaron apenas tres minutos en aparecer. Allí, el Sargento Jefe del puesto de la Guardia Civil de Silla consiguió arrebatarle el arma y detuvo al sospechoso por los delitos de desordenes públicos y tenencia ilícita de armas.

Reacciones

«Es un vecino de la zona, tendrá unos 60 años y es muy conocido por esta localidad, es más, vive muy cerca del restaurante donde se dirigía y no sabemos qué le ha podido pasar», contaba una vecina. «Él suele frecuentar los bares de esta calle pero nunca jamás se había metido con nadie y mucho menos, había cogido un arma para agredir a alguien», explicó la empleada de un bar cercano al lugar de los hechos. «No es una persona conflictiva, aquí le hemos atendido y siempre ha reaccionado de buenas formas. Parece que lo que quería era hacer justicia», contó otro empleado. Algunos de los vecinos de esta calle de Silla que presenciaron la escena todavía no dan crédito a lo que ocurrió, sin embargo, la mayoría coincide en que «podría haber sucedido algo mucho peor».

El detenido, identificado como I. S., de 58 años y con antecedentes policiales, pasará a disposición judicial.