Dos mujeres jóvenes de Vigo fueron condenadas a dos años de prisión cada una y al pago de una indemnización de mil euros a una chica por difundir a sus contactos fotografías y mensajes obscenos y de alto contenido sexual del móvil que le robó una tercera persona. A un tercer acusado solo se le imputó un delito de receptación, que con el atenuante de reparación del delito tendrá que hacer frente a una multa de 75 euros.

Los hechos ocurrieron en octubre del año pasado. La afectada se encontraba en un bar con sus amigos cuando le fue sustraído, sin violencia, su bolso. A las pocas horas después el portero del local le hizo entrega del mismo con todas sus pertenencias menos su teléfono móvil. "Después de esto, nos fuimos a otro sitio y ya para casa. Dormí toda la mañana y no fue hasta mediados del día siguiente cuando me enteré de la situación porque mis amigos no tenían forma de comunicarse conmigo", revelaba la víctima.

Fue esta misma noche cuando las dos jóvenes comenzaron a mandar los mensajes a múltiples contactos a través de Whatsapp y subieron fotos de alto contenido sexual de la galería del propio teléfono. Tanto familiares como amigos se hicieron eco de los mismos, en algunos casos con incredulidad y otros con preocupación ya que algunos de los escritos incitaban al suicidio: "Estoy harta de todo. Me voy a suicidar", apuntaba el mensaje.

La afectada aseguró no reconocer ni tener relación con los tres imputados en este juicio, sin embargo sí afirma que hay una cuarta persona que fue la instigadora del delito y de los hechos. "Estos solo son tres niños. Esta claro que hubo otra persona, que se quien es pero no puedo probarlo y que tampoco ha dado la cara que fue el que se lo dio a estas chicas para que enviasen los mensajes y subiesen las fotos a Facebook", asentía la joven, quien reiteraba que la finalidad última de lo sucedido pudo ser la "venganza". "Pocas horas después escribieron a mis amigos unos mensajes que decían: "Mira, solo te digo una cosita para que sepas quién soy: el móvil me los cobro de los 120". Esto implica que sí me conocían", añade.

Una vez pudo darse cuenta de lo sucedido, la perjudicada solicitó un duplicado de su tarjeta y comunicó a sus contactos que había sido víctima de una manipulación de su teléfono móvil. También se puso en contacto con la red social para la eliminación de todas las fotografías y comentarios subidos en su cuenta. La celebración del juicio estaba previsto para ayer en el Penal 1 pero ambas partes llegaron a una conformidad.