Estaban perfectamente organizados: dos hombres se encargaban de vigilar las entidades bancarias y elegir a sus víctimas y dos mujeres -madre e hija- eran sustraían el dinero.

Este grupo criminal solía elegía a ancianas para apoderarse fácilmente del dinero que éstas sustraían en el banco. En uno de los hechos delictivos, dos de los arrestados acompañaron a una mujer de 90 años hasta su casa y se colaron en el ascensor donde le rajaron una bolsa que colgaba de su andador con 1.500 euros que portaba.

Los detenidos fueron arrestados en las inmediaciones de un banco antes de cometer otro hecho delictivo. Están acusados de los delitos de hurto, estafa y pertenencia a grupo criminal. Los sospechosos, tres de ellos con antecedentes policiales, pasaron a disposición judicial.