Eran tan solo las 12 del mediodía cuando Eva, la hija de la propietaria de una vivienda de Valencia, recibía una llamada de la Policía Nacional que le alertaba de que dos individuos acababan de ser «pillados» intentando robar en este domicilio.

Los ahora detenidos, de 20 y 23 años y origen español, aprovecharon que el inquilino de la vivienda se encontraba de viaje para entrar en la casa que habita en la calle Alboraya de Valencia.

Pero no contaban con que había una cámara a tiempo real conectada al móvil del alquilado. Así, éste fue quien alertó a una amiga suya tras observar que había dos individuos dentro del domicilio. La mujer, rápidamente alertó a la Policía Nacional.

Poco rocambolesco

Los agentes acudieron a la vivienda donde encontraron la puerta del domicilio entreabierta y el marco fracturado, por lo que tras tomar las oportunas medidas de seguridad, accedieron a su interior. Allí localizaron a un hombre con una caja de un teléfono móvil, que al percatarse de la presencia policial la dejó encima de la cama, al mismo tiempo que trataba de cerrar la puerta. Los policías también hallaron al otro sospechoso tirado en el suelo. Ambos fueron detenidos. «Fue un poco rocambolesco, estaba todo revuelto y había varios armarios forzados pero, por suerte, no se llevaron nada», cuenta Eva, la hija de la dueña de la casa. Los sospechosos, con antecedentes policiales, están acusados de un delito de robo con fuerza y pasaron ayer a disposición judicial.