Una discusión en un bar de Turís estuvo a punto de costarle la vida a un hombre, en junio de 2013, cuando sus dos agresores le atacaron con un cuchillo de grandes dimensiones y le encañonaron y dispararon con una escopeta recortada. La víctima logró protegerse la cabeza con los brazos pero fruto del tiro sufrió la amputación del antebrazo derecho. Tres años después de aquellos hechos los acusados han reconocido esta semana en el juicio su intención de matarlo y han aceptado penas de seis años de prisión para cada uno de ellos por un delito de tentativa de homicidio. Además, se le impone un año más de cárcel a uno de ellos por el delito de tenencia ilícita de armas.

El origen de este intento de homicidio fue una disputa por un asunto banal que tuvieron los procesados con el agredido y otro hombre en un bar de Torrent esa misma tarde. Según queda probado en la sentencia y han reconocido los acusados, a las 15.30 horas tuvieron un altercado con estas dos personas y ya entonces les amenazaron de muerte.

Posteriormente, en torno a las siete de la tarde los ahora condenados coincidieron nuevamente con estos dos amigos en el bar «Chaparral», situado en la urbanización Monte Tesoro de Turís. Aunque aparentemente la situación se había apaciguado entre los cuatro, después de enzarzarse en una nueva disputa, Gustavo P. C., de 39 años, y José Antonio P. M, de 36, abandonaron el local y regresaron poco después armados ambos. El primero portaba una escopeta recortada, que nunca pudo ser localizada, y el segundo un cuchillo de grandes dimensiones.

Se escondió detrás de la barra

Uno de los hombres logró escapar del bar a tiempo, pero el otro solo pudo esconderse detrás de la barra y salir a duras penas por una puerta trasera hasta un patio. Uno de sus agresores, el que llevaba el arma blanca, lo localizó e intentó clavarle el cuchillo en el cuello «con ánimo de acabar con su vida», según recoge el fiscal en su escrito y así lo han confesado los autores. Así, durante el forcejeo le causó lesiones a su víctima en el labio y la nariz.

Cuando trataba de repeler esta agresión el otro acusado llegó hasta él y le encañó en la cabeza con la escopeta de cañones recortados. También «con la clara intención de matarlo» efectuó un disparo que impactó en la mano y el antebrazo del herido cuando éste se protegía el rostro. Los agresores huyeron del lugar y de no ser por la rápida intervención de los testigos, que le taponaron la herida hasta la llegada de los servicios médicos, el hombre habría muerto desangrado.

Las investigaciones del grupo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Riba-roja permitieron arrestar a los sospechosos, quienes el pasado viernes reconocieron los hechos durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Valencia. La acusación particular, ejercida por el letrado Julio Sánchez, solicitaba doce años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa, pero al llegar a un acuerdo de conformidad ambos acusados han sido condenados a sendas penas de seis años de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa. A uno de ellos se le impone también otro año más de prisión por la tenencia ilícita de armas.

Asimismo en concepto de responsabilidad civil deberán indemnizar a su víctima por las secuelas con 261.210 euros. De hecho, tras perder parte del brazo se le ha reconocido una incapacidad del 53 por ciento.