La desfachatez, osadía e ingenio, a partes iguales, de algunos delincuentes no deja de sorprender a la policía. La semana pasada, dos acusados, uno de ellos preso en el centro penitenciario de Picassent, fueron sorprendidos después de que efectuaran un pase de droga durante su propio juicio por un delito de robo con fuerza. A los sospechosos no pareció importarles la presencia del juez y de los dos policías que custodiaban al reo, y de la forma más disimulada de la que fueron capaces se intercambiaron sus chaquetas, muy similares entre sí. Oculta en las costuras de la ropa llevaban una pequeña cantidad de cocaína. Su objetivo, al parecer, era introducir las sustancias estupefacientes en la cárcel para una vez allí distribuir la droga.

Los hechos ocurrieron el pasado 19 de septiembre durante una vista oral celebrada en el Juzgado de lo Penal número seis de Valencia. A las 12.00 horas estaba señalado un juicio contra dos jóvenes, de nacionalidad española, por un delito de robo con fuerza. Uno de ellos estaba en libertad y acudió por su propios medios pero el otro está interno en un centro penitenciario y fue trasladado a dependencias judiciales por la conducción ordinaria desde la prisión que realiza la Guardia Civil.

Según las fuentes consultadas por este periódico, el acusado que estaba en libertad acudió con una chaqueta de tela, de color negro, casi idéntica a la que portaba el reo. En la misma, oculta bajo las costuras, transportaba la droga para dar el cambiazo con la prenda de su cómplice una vez estuvieran juntos en la sala.

El juicio se celebró sin problemas, aunque ya durante la vista oral los agentes de la Policía Nacional que custodiaban al preso se percataron de que algo raro ocurría y llamaron la atención a los acusados de que dejaran de tocar sus chaquetas, ambas puestas juntas en el banquillo, entre ellos.

Al finalizar la vista el reo cogió la prenda de su amigo y éste se llevó la del otro sin que aparentemente nadie hubiera descubierto el cambiazo. No obstante, una vez en calabozos los agentes, que sospechaban que algo raro ocurría, cachearon al reo antes de trasladarlo de regreso a prisión y se incautaron de la chaqueta en cuestión, la cual ocultaba cocaína. El reo fue detenido por un delito contra la salud pública, pero su cómplice ya había huido, aunque se encuentra perfectamente identificado.