Una banda itinerante de ladrones de viviendas y empresas, también especializada en la sustracción de cobre, ha sido desarticulada por la Guardia Civil tras hallar más de una tonelada de chatarra -entre cableado, motores, piezas metálicas y hierro- en una nave de Catarroja. Entre los cinco detenidos, todos ellos de nacionalidad rumana, se encuentra el cabecilla de la organización, quien presuntamente se encargaba de comprar la mercancía sustraída a través de su empresa de chatarrería para darle apariencia de legalidad. En las redes sociales el sospechoso incluso colgaba fotografías en las que aparece su hija jugando en el sofá con fajos de billetes de dudosa procedencia.

El Juzgado de Instrucción número uno de Teruel ha acordado el ingreso en prisión para cuatro de los arrestados, y el quinto ha quedado en libertad con cargos. Están acusados de cometer al menos trece robos en viviendas y empresas del Perellonet, Utiel, Moixent, Segorbe y Onda, así como en localidades de Teruel y Almería. Asimismo también se les imputa un delito de receptación y otro de pertenencia a grupo criminal.

La llamada «Operación Moracor», llevada a cabo por la Guardia Civil de Teruel, comenzó el pasado 16 de mayo al tener conocimiento de un grupo organizado que planificaba robos con una meticulosa forma de ejecución. Así, tras varias averiguaciones la fase de explotación del operativo se llevó a cabo el pasado 6 de octubre cuando agentes del Instituto Armado realizaron un registro en la nave de Catarroja donde presuntamente almacenaban el material sustraído. En el interior encontraron 200 kilos de cable de cobre, 250 de chatarra, 500 de hierro, motores eléctricos y piezas metálicas.

Ese mismo día los investigadores efectuaron varios registros más en inmuebles de la provincia de Valencia, en los que intervinieron tres televisores, tres portátiles, 14 teléfonos móviles, 11 relojes de alta gama - algunos de ellos valorados en 5.000 euros- y 400 euros en efectivo.

Entre los delitos esclarecidos por la Guardia Civil está un robo con fuerza en el interior de una vivienda ocurrido el pasado 15 de julio en la provincia de Almería. Además se han recuperado 1.850 kilos de cable de cobre sustraído.