Un joven, de 30 años y origen rumano, acordó una cita en un céntrico hotel de Valencia con un hombre, de 58 y nacionalidad española, al que había conocido por internet. Tras el encuentro ambos se fueron a cenar a un restaurante y aprovechando el momento en el que su víctima iba al baño, dejando sus pertenencias en la mesa, este amante ocasional se marchó del lugar llevándose consigo la cartera con 300 euros, el teléfono móvil y las tarjetas de crédito y documentación del supuesto estafado. Esa misma noche el ahora acusado de un delito continuado de estafa y otro de hurto realizó varias extracciones de dinero en cajeros por un importe total de 5.000 euros y, no contento con ello, se gastó otros 1.950 euros en un club de alterne de la calle Embajador Vich.

La Fiscalía solicita para el acusado por estos hechos, ocurridos el pasado 16 de febrero, una pena de tres años y tres meses de cárcel, así como que indemnice a su víctima con los 5.731 euros a los que ascendía el dinero estafado.

El presunto estafador aprovechó para realizar las extracciones en varios cajeros automáticos el hecho de que su víctima llevara en la cartera un papel con el número pin de una de las tarjetas sustraídas. Además, después de sacar 3.000 euros de forma fraudulenta se fue a un burdel donde se gastó otros 1.950 euros entre servicios de prostitutas y bebidas, que obviamente también pagó con las tarjetas de su víctima, quien lo denunció esa misma noche.