Los presuntos autores de la muerte de Pedro Pablo Bustos, el hombre de 53 años hallado maniatado y con una bolsa en la cabeza en una piscina de Sot de Chera el pasado 10 de agosto, han sido arrestados en tierras portuguesas, país al que huyeron tras cometer presuntamente su crimen. Los investigadores del grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Valencia tenían identificados a estos dos jóvenes como principales sospechosos del asesinato desde el primer momento, pero su fuga derivó en una orden europea de búsqueda y detención para dar con su paradero. Era cuestión de tiempo que cayeran en la red tejida por la cooperación entre la policía portuguesa y la Benemérita, y en menos de tres meses el operativo ha dado sus frutos.

Los arrestados, A. A.W., de nacionalidad brasileña y 26 años de edad, y A. F. G. B., de origen portugués y 23 años, convivían con el fallecido en la finca propiedad de éste, en la que fue encontrado muerto. Ambos se encargaban de las labores de mantenimiento del recinto, un antiguo centro de rehabilitación de toxicómanos que en la actualidad era anunciado en internet por su propietario como «zona de descanso rural alternativo» o «proyecto gay friendly».

Por el momento se desconoce el móvil del crimen, aunque no se descarta que los ahora arrestados tuvieran algún tipo de relación con su víctima más allá de la estrictamente laboral. Así, la autopsia confirmó que antes de fallecer Pedro Pablo fue golpeado pero que la causa de la muerte no fueron los traumatismos, sino que falleció asfixiado.

Un grupo de adolescentes encontró el cadáver el pasado 10 de agosto flotando en una piscina situada dentro del recinto vallado, en la localidad de Sot de Chera, como adelantó en exclusiva Levante-EMV. El cuerpo estaba maniatado a la espalda, con una bolsa en la cabeza y atado a unas piedras para mantenerlo oculto en el fondo. No obstante, los efectos de la descomposición del cadáver hicieron que éste saliera a flote y pudiera ser descubierto por los menores. «Pensamos que era un jabalí muerto», apuntaron a este periódico.

Huyeron en el coche de su víctima

Tras varias averiguaciones los investigadores de la Guardia Civil confirmaron que las dos personas que convivían con el fallecido, dos chicos jóvenes -uno brasileño y el otro portugués-, habían huido apenas una semana antes del hallazgo del cadáver. De hecho, éstos habrían utilizado para escapar el propio vehículo de su víctima, que fue localizado posteriormente en Madrid. Esto los situó desde el primer momento como los principales sospechosos del crimen.

De esta forma, el pasado viernes las autoridades portuguesas, en colaboración con la Guardia Civil, arrestaron a los dos presuntos asesinos: uno de ellos, el portugués, en la localidad lusa de Maia y el otro en el aeropuerto de Lisboa cuando supuestamente pretendía viajar a su país y poner mar de por medio en su intento por desaparecer.