La Audiencia Provincial de Valencia ha impuesto una pena de dos años y tres meses de cárcel a un exagente de la Policía Local de Alcàsser, inhabilitado y en prisión por otro delito del que ya fue condenado en 2014, por tramitar hasta cinco denuncias falsas por robos con violencia y con fuerza a familiares y allegados que nunca se llegaron a producir. El acusado reconoció los hechos en el juicio celebrado el pasado lunes y admitió que se inventó las denuncias, que él mismo firmaba e instruía, para así ver reducida la pena solicitada por la Fiscalía, la cual ascendía hasta seis años de prisión por un delito continuado de falsedad en documento oficial y otro de simulación de delito.

Los hechos se produjeron entre enero de 2007 y agosto de 2008 cuando el ahora condenado, haciendo uso de su cargo como policía local de Alcàsser, incoó diligencias por varias denuncias en las que las víctimas siempre eran personas próximas a él, como su esposa, su suegra o su por entonces compañera sentimental.

Un robo a su suegra

De esta forma, en enero de 2007 firmó una denuncia, que él mismo instruyó, sobre el robo con fuerza del vehículo de su mujer. Un mes después interpuso una denuncia en nombre de su suegra por un robo con violencia por el procedimiento del tirón que habría sufrido ésta, cuando realmente se trató de un hurto al descuido del bolso. Este mismo método sería utilizado en marzo de 2008 para fingir el robo con violencia de 300 euros que llevaba encima su pareja, cuando se acreditó que solo llevaba 20 euros y también fue un hurto al descuido.

Asimismo, en abril de ese mismo año simuló un robo con fuerza en Alcàsser en el interior del vehículo de su compañera sentimental. Por último en agosto de 2008 fingió un robo con fuerza en su domicilio de Picassent. Todos estos hechos denunciados fueron sobreseídos.

La condena interpuesta ahora de dos años y tres meses de prisión por estas denuncias falsas se suma a otra que ya está cumpliendo desde 2014, de tres años y medio de cárcel, por agredir al empleado de una gasolinera que se negó a incluir un refresco en la factura del coche patrulla, de la que informó en su día Levante-EMV.