Los fotógrafos profesionales pueden respirar al fin tranquilos. El presunto estafador que orquestaba falsos encuentros de trabajo para sustraer el material fotográfico de sus víctimas ha sido arrestado por la Guardia Civil de Puçol en la localidad madrileña de Getafe. Se le acusa de una decena de hurtos en los que se habría apoderado de unos 100.000 euros entre cámaras, objetivos y tarjetas de memoria.

Utilizando nombres falsos como Alberto, Armando o Diego, el ahora detenido contactaba con sus víctimas, todos ellos fotógrafos profesionales de toda España, a quienes ofrecía trabajo para hacer reportajes fotográficos. «A mí me dijo que tenía que hacer unas fotos de una reunión con unos directivos y de unas instalaciones deportivas», explica Raúl, uno de los afectados, a quien robó 10.000 euros en material. «En mi caso nos contó que tenía una empresa de organización de eventos deportivos e íbamos varios fotógrafos a cubrir una carrera en Castelló», añade Eliana, otra víctima vecina de Llíria.

Una vez aceptado el trabajo el sospechoso quedaba con los fotógrafos y los recogía en su vehículo, un Citroën C5 de color verde, con las matrículas dobladas. Así, aprovechando alguna excusa paraba en una cafetería u área de servicio y cuando su víctima bajaba del coche, éste daba un acelerón y huía del lugar llevándose la mochila con todo el equipo de fotografía. El material sustraído era vendido inmediatamente para después gastarse el dinero obtenido en casinos.

«Era todo muy creíble, te describía el trabajo, tenía buena presencia, suele ir con traje, y era correcto en las maneras», recuerda uno de los afectados. Además utilizaba palabras técnicas para generar mayor confianza entre los trabajadores del sector, apuntaba otra de las personas engañadas.

Los teléfonos que utilizaba para comunicarse con sus posibles víctimas los adquiría con nombres falsos, según informaron fuentes de la Benemérita. Incluso usaba la documentación e identidades de los propios estafados para dar de alta tarjetas de telefonía con las que seguir cometiendo sus delitos, explicaron estas mismas fuentes.

Mediante esta práctica el acusado engañó y hurtó el material de trabajo de diez profesionales de la fotografía, al menos tres de ellos en Valencia. Aunque también actuó en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Albacete y Toledo. Asimismo se le imputan trece delitos de falsificación de documento público.

«Muy bien remunerado»

Las investigaciones de la llamada «Operación Bokeh», cuyo nombre toma de una técnica de desenfoque en fotografía, comenzaron el pasado mes de septiembre y en ellas han participado agentes del Equipo de Policía Judicial de Puçol, de Moncada y del Área de Investigación de Sagunt. Una de las primeras afectadas fue Eliana, una fotógrafa de Llíria, junto con un compañero de profesión de Alboraia. Ambos contactaron con este supuesto cliente a través de un anuncio que colgó en un portal de internet en el que buscaba «fotógrafos con experiencia». «No es necesario tener coche. Muy bien remunerado», reflejaba la oferta de trabajo.

«Nos llevó hasta un área de servicio de Sagunt. Una vez allí llamó por teléfono a un supuesto tercer fotógrafo que tenía que llegar», relata la afectada. Mientras supuestamente iban a esperarlo, el sospechoso se subió al coche para mover el vehículo hacia delante porque no se podía abrir el maletero donde los fotógrafos tenían su material, y tras dar un acelerón se marchó dejando atónitos a los estafados. «Nos dejó sin nuestro medio de vida, yo estuve una semana sin comer», confiesa la víctima.