Faltaban pocos minutos para las cinco de la tarde cuando dos hermanas, una de ellas residente en una finca de la avenida Fernando el Católico de Valencia, se percataron de que había humo en el rellano de la escalera. Al observar que el olor y el humo salía de las rendijas del portal de una de sus vecinas, tocaron el timbre -que no funcionaba- y comenzaron a aporrear la puerta. No obtuvieron respuesta. En el interior del inmueble se encontraba atrapada, sin posibilidad alguna de escapar al fuego, María Jesús García Alonso, una mujer de 78 años con movilidad reducida.

La septuagenaria estaba en la cama de su dormitorio de donde apenas se movía y siempre con la ayuda de su cuidadora o con su andador. Todo indica, a falta de que concluyan las investigaciones del grupo de Policía Científica, que el fuego se inició precisamente en este colchón al prenderse con una vela que tenía en la habitación después de que el día anterior saltara la luz de la vivienda. Además, tanto la cuidadora como el hijo de la fallecida apuntaron a los agentes que ésta era fumadora y solía encenderse cigarrillos estando en la cama.

La mujer encargada de cuidar a la anciana había salido un momento a comprar cuando se produjo el incendio. Tanto ella como el hijo de la fallecida, quien acudió inmediatamente al domicilio de su madre cuando la policía todavía no había podido acceder al interior del inmueble, prefirieron no hacer declaraciones.

Los agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local, conocedores de que había una mujer en el interior, trataron de entrar en la vivienda, situada en un tercer piso del número 43 de la avenida Fernando el Católico, pero la densa nube de humo impidió su rescate. Fue posteriormente, tras la llegada de varias dotaciones de bomberos cuando éstos lograron entrar y sofocar las llamas, que únicamente afectaron al dormitorio de la septuagenaria.

No obstante, la mujer, completamente quemada por la acción del fuego, ya había muerto. De hecho, los sanitarios del SAMU únicamente pudieron certificar su fallecimiento. Asimismo minutos antes de las siete de la tarde, la comisión judicial, del Juzgado de Instrucción número quince de Valencia y la forense de guardia, procedieron al levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia. Hoy se le practicará la autopsia para determinar si la septuagenaria falleció por las propias quemaduras o por la inhalación de humo. Agentes del Grupo de Homicidios se han hecho cargo de la investigación de las circunstancias del fallecimiento de esta mujer, aunque todo apunta a una muerte de origen accidental.

«Nos queda el pesar de si estaba viva cuando hemos aporreado la puerta», se lamentaba Noemí y su hermana, quienes pese a percatarse del humo nada más producirse el fuego apenas pudieron hacer nada por salvar a su vecina.