El Tribunal Supremo (TS) ha obligado a la Audiencia de Valencia a revisar la condena que le impuso a un hombre por violar a su expareja después de que la defensa alegara en el juicio que ocho días antes de la presunta agresión sexual el acusado se había sometido a una vasectomía. El hombre fue condenado a nueve años sin que el tribunal admitiera dicha prueba al no ser presentada en los plazos pertinentes, pero el TS ha mandado repetir ahora la vista oral para que se tenga en cuenta dicho argumento.

El Supremo considera que se ha vulnerado el derecho a la defensa del condenado y ordena repetir el juicio admitiendo a trámite tanto esa prueba como un plano de la vivienda en la que la mujer situó la agresión sexual.

Mediante el informe de la vasectomía el reo quería demostrar que las relaciones debieron ser consentidas -ya que tenía la zona genital dolorida y afectada por numerosos puntos de sutura. Asimismo la segunda prueba, el plano de la casa, trata de probar que la testigo de cargo, que ofreció un relato basado en los gritos que escuchó, solo pudo conocer la versión de la supuesta víctima de boca de ella, ya que la construcción del edificio impide que realmente lo oyera desde su vivienda.

La Audiencia de Valencia rechazó las pruebas basándose en que no se habían solicitado en tiempo y forma en el escrito de conclusiones provisionales sino una vez comenzado el juicio oral. Pero el Supremo apunta que «fueron indebidamente rechazadas».