De piedra se quedaron los operarios de la Planta Insular de Residuos Sólidos (PIRS) de Arico -Tenerife- que al mediodía de este miércoles localizaron el cadáver de un bebé, que aun conservaba el pelo, tal y como confirmaron fuentes del Instituto Armado al diario 'La Opinión de Tenerife', del grupo Prensa Ibérica.

Los hechos tuvieron lugar poco después de las once de la mañana cuando un operario de clasificación detectó en la cinta lo que parecía el cuerpo de un feto, del que se desconocía su sexo dado que estaba en mal estado. De inmediato se paró la maquinaria y los responsables del centro alertaron a la Guardia Civil que desplazó una patrulla hasta el lugar que comprobó la veracidad del hallazgo y que se trataban de restos humanos. Estos avisaron a sus compañeros del Equipo de Policía Judicial de Granadilla de Abona que procedió a llevar a cabo la inspección ocular.

El médico forense del partido judicial de Granadilla se presentó en el lugar y ordenó el levantamiento de los restos y su traslado hasta el Instituto de Medicina Legal para la práctica de la autopsia y de esta manera poder determinar las causas reales del óbito.

Hasta el momento de redactar esta información la Guardia Civil contaba con una línea de investigación basada en los camiones que depositaron su contenido en esa cinta transportadora. En total son cuatro vehículos que cubrían una ruta del norte de la Isla y siete que lo hacían por el Sur.

Una fuente de la Guardia Civil señaló que "tenemos que esperar al dictamen del forense para determinar si se trata de un nasciturus y nació con vida y de forma intencionada acabaron con él o si por el contrario, el feto ya estaba muerto cuando fue arrojado a la basura".

Por otra parte, la Policía Judicial indagaba ayer en los centros hospitalarios y centros de salud que hubiesen atendido a mujeres embarazadas en el último mes, lo que acotaría mucho el campo de posibles sospechosas.