Un psicólogo clínico de Barcelona, experto en sectas y relaciones sectarias, elaboró un informe, tras evaluar a ambas denunciantes, en el que establecía que el grupo fundado por el presunto autor de los abusos sexuales es una «deriva sectaria de tipo pseudoterapéutico que gira en torno a su persona». Así, remarca que en este «camino de superación personal el autoproclamado terapeuta, quien dice estar en contacto directo con Dios, realiza una imposición ideológica y prácticas orientadas a controlar a su séquito de seguidoras», características propias de una secta. El informe de este especialista fue clave en el comienzo de las investigaciones, aunque finalmente fuentes jurídicas confirmaron que el caso sobre la posibilidad de que se tratara de una secta ha sido sobreseído y la causa solo se tramita por los delitos de abusos sexuales e inducción a la prostitución. I. C. valencia