Prisión incondicional sin fianza. Desde primera hora de la tarde de ayer, Stylianos Messenezis, el hombre que intentó asesinar a cuchilladas a su hija de 22 meses para evitar que se fuera a vivir con su abuela, vive de nuevo en la cárcel. Así lo ordenó el juez de Instrucción número 1 de Carlet que ayer tomó declaración al detenido tras examinar el atestado instruido por la Guardia Civil. De momento, le imputa un delito de asesinato en grado de tentativa, con el agravante de parentesco y especial vulnerabilidad de la víctima -la pequeña tiene menos de tres años-, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

Esa acusación formal podría verse ampliada a partir de la investigación abierta por la Guardia Civil después de que, tal como ha informado en exclusiva Levante-EMV para denunciarlo públicamente, el acusado, o alguien en su nombre, haya publicado imágenes de la menor en su perfil de Facebook con la supuesta intención de incrementar el daño a la madre de la niña.

Orden de alejamiento

De hecho, el juez, durante la comparecencia de ayer y a petición del fiscal, dictó una orden de alejamiento contra Messenezis que impedirá a este no sólo acercarse físicamente a la niña -algo que tendrá difícil, dado que pasará los próximos años en prisión-, sino también comunicarse con ella por cualquier medio, incluidas las redes sociales.

El presunto asesino frustrado confesó haber intentado matar a la pequeña para evitar que se fuera con su abuela materna a vivir al País Vasco el próximo mes de marzo, ya que al cumplir los 3 años de edad ya no podía seguir viviendo con su madre, una etarra que cumple 13 años de condena en Picassent. Al parecer, tomó la decisión en un supuesto acto de venganza contra su pareja, la donostiarra Sara Majarenas Ibarreta, de 36 años, después de que ésta le comunicase hace unas semanas que iba a separarse de él y que la menor se iría con la abuela.

La pequeña vivía entre semana con su madre en la cárcel -el protocolo permite a las madres reclusas vivir con ellos en módulos especiales dentro de los recintos penitenciarios desde los 0 a los 3 años- y los fines de semana los pasaba con su padre.

En este caso, había un acuerdo verbal entre la pareja que facilitaba a Stylianos llevarse a la pequeña con él a Benifaió cada viernes, y la reintegraba a la prisión los domingos.

Fue precisamente el pasado domingo por la mañana, sobre las diez y media, cuando clavó dos veces un cuchillo de cocina de unos 20 centímetros de hoja en el costado y en la espalda a la menor, cuando estaba con ella en el sofá del piso que compartía con otros tres hombres.

Creyéndola ya muerta, la dejó desangrándose y se fue al retén de la Policía Local de Benifaió, donde entró confesando que acababa de asesinarla. Los agentes, junto con la Guardia Civil de Almussafes, acudieron de inmediato al domicilio y, al ver que nadie respondía al timbre, tumbaron la puerta abajo. Encontraron a la niña malherida, sangrando y llorando, y la trasladaron de urgencia al Hospital de la Ribera, donde los médicos lograron estabilizarla y evacuarla al Hospital La Fe.

La menor permanece ingresada en la UCI pediátrica de este centro sanitario, en estado muy grave, aunque su evolución parece ser buena después de las dos operaciones a que fue sometida. La abuela materna de la niña y varios familiares llegados el mismo domingo por la noche desde San Sebastián permanecen a su lado.

También la madre, que fue detenida en Valencia en febrero de 2005 cuando iba a cometer un atentado junto a su compañero del comando Levante, fue excarcelada el lunes y trasladada al hospital para que pudiese visitar y abrazar a su hija, que permanece sedada y con respiración artificial.