La pequeña de dos años acuchillada por su padre en Benifaió el pasado domingo se recupera lentamente y se mantiene estable, dentro de la gravedad, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital La Fe de Valencia. Ayer a última hora de la tarde recibió de nuevo la visita de su madre, la etarra presa en el centro Penitenciario de Picassent, quien acudió custodiada en un furgón de la Guardia Civil. Durante el tiempo que permaneció con ella, los médicos le bajaron la sedación y la menor abrió los ojos al escuchar la voz de su madre.

Mientras Stylianos Messenezis, quien le asestó dos cuchilladas con la clara intención de acabar con la vida de su hija, ya se encuentra entre rejas después de que el Juzgado de Instrucción número uno de Carlet acordara su ingreso en prisión provisional el pasado martes, como ya informó Levante-EMV.

Por su parte, el partido vasco Aralar exigió ayer la libertad de la etarra Sara Majarenas, «para que, en estos momentos tan duros, pueda estar al lado de su hija». La madre de la niña ha cumplido doce de los trece años de la pena de cárcel que le fue impuesta por un delito de terrorismo. Además denunciaron que «estén a punto de separarla de su hija», después de que la Generalitat anunciara que va a asumir su tutela.

Fue precisamente la custodia de la niña, quien iba a cumplir ahora tres años y ya no podía seguir viviendo en prisión con la madre, el móvil de este intento de asesinato, con el agravante de parentesco y vulnerabilidad.