Una escena típica de una película de Hollywood. Un preso de la cárcel de Picassent se fugó el pasado sábado por la noche cuando era trasladado en una ambulancia camino del Hospital General de Valencia para ser atendido de las lesiones que él mismo se había autoinflingido en las instalaciones penitenciarias. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han reforzado la vigilancia en el entorno del reo, sobre todo de su familia, por si éste pudiese intentar contactar con algún pariente para que lo ayudase.

Los hechos ocurrieron a la altura del kilómetro número cuatro de la autovía V-30, cuando el vehículo sanitario en el que era trasladado el reo aminoró la velocidad al oir sus ocupantes fuertes golpes procedentes de la parte de atrás, creyendo que era una situación de urgencia. El preso estaba esposado de un brazo a una barra en el interior de la ambulancia y todo apunta a que rompió el anclaje y posteriormente quebró el cristal de la ventana lateral derecha cuando se dio cuenta de la minoración de la velocidad del vehículo.

Al acercarse al arcén, el presidiario se lanzó a la carretera con la ambulancia aún en marcha, causando que uno de los dos ocupantes del todoterreno de la Guardia Civil que custodiaba el traslado corriera detrás de él.

Sin embargo, no dudó a la hora de cruzar la mediana con coches circulando a su alrededor a considerable velocidad. Al final, logró escabullirse por una zona de matorrales. El otro agente se unió a su búsqueda tras estacionar su vehículo, participando en las batidas posteriores. Todas fueron infructuosas. El presidiario sigue en paradero desconocido.

«No es un hombre peligroso»

Fuentes oficiales confirmaron a Levante-EMV que el «hombre a la fuga» responde al nombre de Juan Alejandro M. B, tiene 28 años de edad y no cuenta con antecedentes de delitos relacionados con agresiones en su historial criminal. Apuntaron que «no parece tratarse de un convicto peligroso» y añadieron que necesitará atención sanitaria, ya que sufre heridas de consideración que ocasionaron su traslado al General de Valencia.

Las mismas fuentes confirmaron que el reo tiene pendiente una causa en instancias judiciales, por lo que la huida podría estar causada por su miedo a no sumar más años de condena. El reo fue encarcelado en Picassent por delitos relacionados con robos -es reincidente- y todo apunta a que intentó suicidarse en la cárcel tras conocer alguna noticia negativa de cariz personal, si bien no ha trascendido el modo en el que lo hizo.

Desde su apresamiento había cumplido un año de una condena de dos y medio. Las fuerzas de seguridad continuaban las pesquisas para su detención al cierre de esta edición, centrando sus esfuerzos en la ciudad de Valencia, ya que el lapso de tiempo transcurrido podría equivaler a que se encontrara bastante lejos del punto en el que se produjo la fuga.

Vestido con un chándal

El operativo para la busca y captura del convicto aún continua operativo. Juan Alejandro M. B. vestía un chándal deportivo cuando se tiró de la ambulancia y tenía el brazo en cabestrillo debido a las lesiones que se había producido. Desde los cuerpos de seguridad creen que su detención será cuestión de horas o días.