Dos agentes de la Policía Local de Villena fueron las primeras personas con las que el joven agresor habló después de irrumpir el viernes en la clase de Historia con un cuchillo de cocina y herir a cinco compañeros del instituto. «Estoy cansado de que se rían de mí» les respondió en tono sereno al ser preguntado por los motivos de su inesperada y violenta acción. En esos momentos estaba engrilletado y tendido en el suelo del recibidor del centro Las Fuentes donde fue reducido y donde, unos minutos antes, había saludado al conserje con absoluta normalidad como hacía habitualmente.

Allí mismo arrojó el arma ensangrentada al suelo „un cuchillo de cocina de 20 centímetros que cogió de su casa„ cuando vio aparecer al agente de la Policía Local, que estaba regulando el tráfico en un colegio cercano y se dirigió rápidamente al instituto al ser alertado del suceso. Segundos después también acudió a prestar apoyo otro policía local que, estando fuera de servicio, observó el alboroto y los gritos de pavor de los estudiantes que salían corriendo y alarmados del edificio.

A los dos agentes les dijo el joven de 17 años que su madre estaba sufriendo una enfermedad grave y que «tenía que explicarles a todos „en referencia a sus compañeros de clase„ que no se van a reír más de mí». Eso fue lo único que manifestó hasta que una patrulla de la Guardia Civil lo trasladó al centro de salud para que le curasen los cortes que presentaba en una mano.

Precisamente fueron los dos policías locales los primeros en socorrerle para tratar de comprimir la herida con un papel y evitar que siguiera sangrando. No prestó resistencia en la detención y obedeció sin mediar palabra todas las instrucciones que fue recibiendo tras el arresto. Además, según han añadido los testigos presenciales, estaba tranquilo y callado, sin mostrar arrepentimiento ni sentimiento alguno.

El menor detenido fue trasladado al Hospital de Orihuela, donde se le va a realizar una evaluación psiquiátrica para diagnosticar su estado mental. El joven fue inicialmente llevado al centro de salud de Villena, donde fue atendido de los cortes que presentaba en una mano, pero finalmente se le derivó al hospital de Orihuela, ya que cuenta con una Unidad de Salud Mental Infantil y Juvenil (USMI) donde poder valorar el estado del menor y las posibles causas de la agresión, según informaron ayer por la mañana fuentes judiciales.

En un principio está previsto que el chico de 17 años pase a disposición de la Fiscalía de Menores mañana, que con la valoración realizada por los psiquiatras decidirá el destino del joven, según indicaron las mismas fuentes. La Guardia Civil, por su lado, investiga si el joven sufre algún tipo de trastorno psicológico. Con todo, fuentes sanitarias estudiarán si ese trastorno es paranoide. De acuerdo con la información recabada por este diario, la USMI ya ha remitido al juzgado la pertienente orden de internamiento del menor en el centro sanitario.