La Guardia Civil ha desmantelado una organización que se dedicaba al robo de catalizadores de vehículos en España y en Francia en una operación en la que han sido detenidos cinco presuntos miembros de la trama, aunque todos ellos quedaron en libertad tras pasar por el juzgado de Llíria que ha supervisado la investigación.

Las detenciones fueron llevadas a cabo de forma simultánea el pasado 23 de enero en Sagunt, Llíria, Valencia y otros municipios, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia. Varios de los arrestados son, al parecer, de nacionalidad rumana, aunque también hay españoles.

La investigación, que se ha prolongado por espacio de varios meses, ha sido llevada a cabo por la unidad de Policía Judicial de Zaragoza y la de Valencia, además de por las áreas de investigación de Massamagrell y Llíria.

Modus operandi

Los encargados de las labores de vigilancia, solían estacionar sus furgonetas junto al vehiculo objetivo, mientras el resto del grupo cometía el robo de los catalizadores, utilizando para ello herramientas tipo radial o similar.

Estos hechos se cometían en parkings abiertos y de fácil acceso. Hay que resaltar que los propietarios de los vehículos no se percataban en un primer momento del robo, porque el turismo seguía funcionando.

Una vez cometido el delito, transportaban el material sustraído hasta la nave industrial de Quartell, donde eran almacenados para realizar la separación de sus componentes.

El robo de catalizadores se ha convertido en uno de los filones de oro para las organizaciones de ladrones: quienes las sustraen buscan los metales preciosos que contienen -platino, paladio y rodio- por su elevado precio en el mercado negro. Por no hablar del perjuicio a la víctima, ya que una pieza nueva cuesta entre 300 y 3.000 euros. En 2014, la Guardia Civil ya desmanteló otro grupo similar que había robado 1.200 catalizadores en desguaces, valorados en 170.000 euros.