La mala combustión de una estufa estuvo a punto de costarle la vida a tres personas de una misma familia en el barrio valenciano de Mont-Olivet la pasada madrugada. Por suerte en esta ocasión se pudo evitar la llamada muerte dulce ya que uno de ellos se despertó a tiempo al notar dificultades respiratorias.

Los hechos ocurrieron a las cinco de la madrugada de ayer en una vivienda de la calle Finestrat de Valencia. Aunque en un primer momento se alertó de una posible fuga de gas en el inmueble, los agentes desplazados al lugar comprobaron que se trataba de una estufa en mal estado y que las tres personas que se encontraban en ese momento en el interior del piso presentaban signos de intoxicación por monóxido de carbono, prácticamente indetectable y mucho más peligroso que el gas natural, cuyo olor es fácilmente apreciable.

Hasta el lugar se trasladaron dos Soportes Vitales Básicos y un SAMU, cuyos sanitarios atendieron a un matrimonio de unos 50 años y a su hija de 23, quienes presentaban intoxicación por el monóxido. Rápidamente fueron trasladados al Hospital Doctor Peset, donde quedaron ingresados en observación para realizarles las pruebas pertinentes, aunque no se temía por su estado ya que detectaron el problema a tiempo.