Josefa Cuquerella, la mujer de 75 años asesinada a golpes en su vivienda de Xàtiva el viernes por la noche, habría sido sorprendida en la cama por su presunto agresor, como así lo demuestran las manchas de sangre halladas en el dormitorio y en la cama. Aunque la casa estaba revuelta, los investigadores no descartan que el posible robo fuera un elemento secundario y que el objetivo principal del homicida fuera de índole sexual. De hecho, el arrestado por la Policía Nacional la misma noche del crimen, como informó ayer en exclusiva Levante-EMV, cuenta con antecedentes por delitos sexuales, corrupción de menores y algún que otro asalto violento por el que habría cumplido varios años de prisión.

Forenses del Instituto de Medicina Legal de Valencia realizaron ayer la autopsia del cadáver para determinar la causa exacta de la muerte, así como si había signos de agresión sexual. Aunque los resultados todavía no son definitivos, en esta primera evaluación del cuerpo se ha podido confirmar que la septuagenaria falleció por un traumatismo craneoencefálico como consecuencia de los golpes recibidos en la cabeza. Asimismo se han tomado muestras biológicas para determinar si la mujer fue víctima también de una violación.

Por su parte, agentes del grupo de policía científica peinaron durante todo el día de ayer la vivienda donde se produjo el crimen, situada en la calle Santas de Xàtiva, en busca de vestigios que incriminen al arrestado. En el inmueble, que estaba revuelto, no se encontró ningún objeto que pudiera haber utilizado el agresor como arma para golpear a su víctima, por lo que todo indica que la mató a puñetazos. Es más, cuando el sospechoso, de 42 años, fue arrestado por la policía éste todavía portaba escoriaciones en las manos y restos de sangre en la ropa, elementos todos ellos que apuntan todavía más a la autoría del crimen.

Si esto fuera poca carga probatoria, un adolescente escuchó los golpes y los gritos de auxilio de la mujer, e instantes después otros viandantes vieron al sospechoso en la puerta de entrada de la casa. Según la versión del detenido, ésta estaba abierta y al entrar se había encontrado ya muerta a la mujer en el suelo sobre un charco de sangre.

La víctima, de 75 años y vecina de Xàtiva de toda la vida, vivía sola desde hace unos años cuando su única hija se marchó a una residencia. Sus vecinos aseguran que era una mujer confiada pero que no tenía objetos de valor en casa.

«Un tipo muy raro»

Por su parte, el arrestado, que será puesto a disposición judicial en las próximas horas, es muy conocido en el municipio y muchos coinciden en describirlo como «un tipo muy raro». Aunque es miembro de una falla y no tenía problemas en relacionarse con la gente, un forense le realizará un examen psiquiátrico para evaluar su estado mental y si éste tenía sus capacidades cognitivas afectadas.