Todavía le cuesta caminar. Ayudado de una muleta, Bologa D., más conocido como Sile, nos acompaña hasta la plaza Victoria Kent de Mislata, donde duerme bajo los soportales para protegerse del frío y la lluvia desde hace casi una década. Allí relata cómo fue brutalmente agredido por dos jóvenes, vecinos del barrio, en la madrugada del pasado 28 de enero. «Los saludé porque los conozco y cuando me giré, vino uno por la espalda y me pegó tan fuerte que me tiró al suelo», recuerda el sintecho agredido sin motivo aparente. «Me pegaron patadas como si fuera un trapo viejo, no me podía mover».

La Policía Nacional ha detenido esta semana a los dos presuntos autores de dicha agresión, dos jóvenes de 21 y 22 años, acusados de un delito de lesiones. De hecho, la víctima ha permanecido hospitalizada quince días después de ser intervenido por fractura de cadera. «Me han puesto dos tornillos para sujetarla. Creo que me dieron patadas con botas de esas que tienen punta de acero», indicó el agredido a Levante-EMV.

Los dos detenidos fueron puestos ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número uno de Mislata, en funciones de guardia. Tras negar los hechos y alegar que se encontraron ya en el suelo al indigente, y que incluso le ayudaron a llevarlo hasta el lugar donde duerme habitualmente, el juez los dejó en libertad con cargos sin adoptar ninguna medida cautelar, a la espera de que el herido sea explorado por el médico forense.

Bologa D. sostiene que esa noche se iba ya a descansar cuando se cruzó con estos dos jóvenes, a los que ha reconocido sin género de dudas. Y que sin mediar motivo ni discusión alguna, le tiraron al suelo y comenzaron a propinarle patadas. «No pensaba que iban a actuar de esa forma, los conozco y nunca he tenido problemas con ellos», apuntó.

Es más, la propia víctima reconoció que estos jóvenes le habían dado tabaco en alguna ocasión anterior. Sin embargo, también explicó que vecinos del lugar le han contado que estas personas «se dedican a agredir a gente en la calle sin ningún motivo»

Los supuestos agresores regresaron después de supuestamente propinarle la paliza y le ayudaron a colocarse en la esquina donde pernocta cada noche, según ha admitido él mismo. «Creo que se arrepintieron después o que era para que no les denunciara», apuntó.

Fue a la mañana siguiente cuando vecinos del lugar, al verle todavía tendido bajo los soportales, le preguntaron qué le había ocurrido y éste les contó la agresión y que no podía moverse. Una ambulancia acudió al lugar y lo trasladó hasta el Hospital de Manises, donde ha permanecido ingresado hasta el pasado martes. Tras denunciar los hechos, la Policía Nacional identificó a los presuntos autores, a quienes detuvo el miércoles por la mañana.