Eran las diez y cuarto de la noche cuando las personas que se encontraban en los alrededores de la céntrica plaza de Luceros vieron a una niña de cinco años colgada, literalmente, del marco de aluminio de la ventana de un séptimo piso, con todo el cuerpo fuera de la vivienda. Sin dar crédito a lo que estaban viendo, dieron aviso a los Bomberos, quienes minutos después consiguieron rescatar a la pequeña tras salvar la altura con la cesta del coche escalera, según datos facilitados por las fuerzas de seguridad que acudieron al rescate.

La pequeña tenía todo el cuerpo fuera de la vivienda y sólo estaba agarrada al marco de aluminio de la ventana con las manos y apoyada con los pies en una repisa de escasos diez centímetros. La niña se había despertado cuando estaba sola en casa, ya que al parecer su madre había salido instantes antes del piso para recoger a la que es su actual pareja de un lugar cercano a la vivienda. Tras subirse a un taburete, la pequeña abrió la cristalera que da a la calle y salió al exterior, quedando apoyada únicamente en una pequeña repisa.

Según uno de los bomberos que participó en el rescate, la pequeña, al despertarse, "estaba sola" y "como vio no podía salir a la escalera, se asustó, y pensó: 'Por aquí me escapo a la calle'". La menor estaba enganchada al ventanal por los brazos y apoyada por los pies "en el centímetro" que sobresale del marco de la ventana, a unos 21 metros del suelo. No obstante,, Adrián García, sargento de Bomberos y que también participó en el operativo, ha destacado que, a pesar de todo, la niña "estaba muy bien y tranquila" y que solo fue consciente de que algo "pasaba" cuando vio las luces de emergencia de los coches patrulla.

García ha relatado que la niña estaba "enganchada" a la puerta corredera del ventanal y apoyada "con el borde del pie -descalza-, en el centímetro que sobresale de la cristalera". "Estaba en mucho peligro", ha incidido, al tiempo que ha destacado que se inició el rescate colocando un gran colchón en el suelo para amortiguar la posible caída mientras otro equipo intentaba entrar a la vivienda por la puerta, "pero no se pudo".

Además, en paralelo, desde la escalera mecánica dos bomberos accedían hasta la menor "siguiendo la fachada para que si caía pudiese caer sobre la cesta. Se llegó hasta ella sin problemas".

Ante la gravedad de la situación, los Bomberos también accedieron al piso superior del que se encontraba la menor, un ático, para que un bombero pudiera sujetar a la pequeña en caso de necesidad hasta que sus compañeros llegaran a ella con la cesta, aunque finalmente no hizo falta. El agónico rescate se produjo sin contratiempos y la niña no sufrió ningún daño físico. Los dos bomberos que subieron con la cesta agarraron por las piernas a la niña nada más aproximarse a ella y, una vez sujeta, la introdujeron en el interior de la cesta para iniciar el descenso.

Los vecinos y paseantes de la zona que contemplaban con expectación y temor la operación respiraron aliviados cuando culminó el rescate, dedicando un sonoro aplauso ante el feliz desenlace. Algunos de los hosteleros de la zona relataban atónitos lo ocurrido en la céntrica plaza. «Ha sido angustioso, ha sido increíble, pero sobre todo ha sido un milagro», relataba anoche un camarero de un bar cercano.

"Desde el aviso del 112 hasta que llegamos, no llegó a un minuto -ha confirmado Adrián García, sargento de Bomberos-, pero no sabemos si la gente llamó enseguida o se quedaron mirando, porque cuando llegamos nos encontramos con unos vecinos con una sábana, otros tirando colchones de dormir para el suelo y muchos mirando", ha detallado y ha recordado que "con el peso de la niña y la altura, si cae y golpea a alguien mueren los dos".

García ha comentado también que "la pequeña es muy simpática y agradable a la que hemos invitado a visitar al parque". Además, ha señalado que se trata de situaciones normales que se suelen dar en incendios, cuando la gente huye de las llamas. Asimismo, ha añadido que "no hace mucho" se rescató a un bebé de una cornisa en la Rambla Méndez Núñez, esquina con San Fernando.

Desde Bomberos se ha confirmado que la madre de la menor fue localizada a través de una amiga, y que ambas se mostraron "muy asustadas", aunque la mujer declaró, tras llegar al lugar poco después de finalizar el rescate, que estaba en el gimnasio. La Policía Nacional la ha detenido por un delito de abandono y la niña está ahora bajo la custodia de su padre biológico, ya que la pareja está separada.

Sobre la madre no constan denuncias previas y previsiblemente pasará a disposición judicial a lo largo de mañana viernes. Los agentes de la Policía Nacional accedieron al interior de la vivienda, en un primer momento, para comprobar si a los padres les había sucedido algo.

La operación de rescate obligó a la Policía Local, que desplazó a tres patrullas y dos mandos, a cortar el tráfico en la plaza de los Luceros y a realizar el desvío de las líneas de autobuses que transitan por la zona. Además de los Bomberos y la Policía Local, al lugar de los hechos acudieron varias ambulancias y patrullas de la Policía Nacional.