El valenciano Paco Sanz, quien hasta hace bien poco era un asiduo a las redes sociales y no había prácticamente día en el que no precisara de éstas para solicitar ayuda para el tratamiento médico de su enfermedad, se mantiene alejado de los focos y de realizar cualquier tipo de comentario por la web después de que el juez acordara dejarlo en libertad el pasado martes tras doce días en prisión. El conocido como el hombre de los 2.000 tumores permanece acusado de los delitos de estafa, blanqueo de capitales y apropiación indebida y debe presentarse periódicamente (cada quince días) a firmar al juzgado.

El silencio impera entre los familiares del detenido, quienes «prefieren no participar en un juicio paralelo mediático», según ha manifestado el letrado de la defensa. Así, mientras las cámaras de televisión siguen apostadas a las puertas de su chalé de la Pobla de Vallbona, los padres del presunto estafador, quienes también fueron detenidos en su momento pero quedaron en libertad ese mismo día, piden respeto para poder llevar una vida dentro de lo normal mientras dure el proceso de instrucción del caso.

Además del propio Paco Sanz y de sus progenitores, la Policía Nacional ha detenido también por esta misma causa a una joven sevillana de 19 años, expareja sentimental del sospechoso. La muchacha, a la que se le imputan también los delitos de estafa y blanqueo de capitales, mantuvo una relación con Sanz, de 46 años, que comenzó en enero de 2016 y podría haber actuado como presunta testaferro de los bienes y el dinero adquirido con las ayudas y donaciones que recaudaba a través de la «Asociación Paco Sanz para la Investigación del Síndrome Cowden en España».

Los investigadores cifran el montante total de la presunta estafa en cerca de 250.000 euros, tal como adelantó Levante-EMV, que Sanz obtuvo durante los últimos siete años apelando a la solidaridad de miles de personas a quienes hacía creer que su muerte era cuestión de apenas unos meses y que el único tratamiento posible era en EE UU.

Para ello se valía de las redes sociales, la organización de eventos con rostros conocidos a quienes también estafó, e incluso con la publicación de un libro. La denuncia del editor del mismo fue la que finalmente dio pie al inicio de las investigaciones y destapó el presunto fraude.

Arraigo familiar

Aunque inicialmente el Juzgado de Instrucción número cinco de Llíria acordó su ingreso en prisión provisional al hallar indicios claros de que las ayudas obtenidas no eran destinadas a los fines médicos para los que pedía el dinero, la titular del Juzgado de Instrucción número 53 de Madrid, encargada del caso, adoptó retirar el martes dicha medida y dejó en libertad al presunto estafador sin necesidad de fianza.

Tras mantener una videoconferencia con el centro Penitenciario de Picassent, en la que Sanz se volvió a acoger a su derecho a no declarar, la jueza acordó su puesta en libertad al considerar que no hay riesgo de destrucción de pruebas después de que se levantara el secreto de sumario.

El valencAsí, respecto al riesgo de fuga existente al comprobar que Sanz tenía el visado listo para viajar a EE UU, el auto de libertad concluye que hay medidas menos gravosas para evitar que el investigado abandone el territorio nacional. Además, el investigado tiene domicilio conocido y arraigo familiar. Asimismo, como medida cautelar, se le ha retirado el pasaporte y se le ha impuesto la obligación de acudir a firmar al juzgado cada quince días.