El acusado, Eugen M., de nacionalidad rumana y 47 años, admitió el crimen durante el juicio por estos hechos. La fiscalía, la acusación popular, que ejerce la Generalitat, y la defensa llegaron a un acuerdo previo para reclamar la misma pena una vez aplicadas las atenuantes de consumo de alcohol y de confesión del hecho.

El asesinato se produjo sobre las 12.00 horas del 1 de noviembre de 2015 en una vivienda abandonada en la partida ilicitana de El Altet, donde la pareja residía. Según la sentencia, Eugen M., que llevaba consumiendo alcohol varias horas, se enzarzó en una discusión con su compañera sentimental y comenzó a propinarle patadas y puñetazos.

La fallecida no pudo oponer resistencia a la agresión debido a la «diferencia de envergadura y fuerza» con su agresor, ni pedir auxilio al encontrarse en una «zona deshabitada». «No satisfecho con las patadas y puñetazos, el acusado, con la intención de provocar más dolor a la víctima», le machacó la espalda con una llave inglesa y le propinó golpes con un palo de madera provisto de clavos metálicos.