Hace justo un año Juan Carlos y Araceli Oliva, dos hermanos de 79 y 75 años respectivamente, eran estrangulados en su domicilio de la calle Císcar de València, a manos presuntamente de un supuesto amigo al que habían ayudado económicamente pagándole durante dos años el alquiler de la vivienda, la luz, el agua y otros gastos, con la promesa de que les devolvería el dinero cuando él y su mujer superaran este pequeño bache. Pese a las muchas molestias que se tomó para ocultar los cadáveres, su presunto asesino se enfrenta ahora a una pena de 45 años de prisión por dos delitos de homicidio de víctimas especialmente vulnerables por razón de su edad y por un delito continuado de estafa, según la petición del Ministerio Fiscal.

Los cuerpos fueron hallados dentro de sendos sacos de dormir, cubiertos con mantas y alfombras, bajo una capa de arena sanitaria para gatos en una habitación llena de ambientadores para mitigar el olor a muerte. Asimismo, el sospechoso instaló un dispositivo de alarma en la puerta que le alertara en caso de que alguien accediera al habitáculo, como adelantó en su día Levante-EMV. Todo ello únicamente sirvió para retrasar el hallazgo de los cadáveres, encontrados el 22 de mayo del pasado año, casi un mes después del doble crimen.

Al mismo tiempo que trataba de ocultar sus crímenes con estas tretas y mintiendo a amigos y vecinos del fallecido, a quienes hizo creer que se encontraban en un viaje a Pamplona siguiendo un tratamiento médico del que no querían dar noticias, el presunto asesino no perdió el tiempo ni tuvo reparos a la hora de realizar hasta nueve extracciones de dinero del cajero automático, por un importe total de 4.060 euros, con la tarjeta de crédito de una de sus víctimas, sin importarle que ello favoreciera su posterior identificación.

Se entregó en Alicante

Las investigaciones del grupo de Homicidios de la Policía Nacional permitieron pronto identificar como presunto autor de las muertes de ambos hermanos a Juan Antonio D. R., quien huyó de su domicilio justo a la mañana siguiente de que fueran hallados los cadáveres. Finalmente el 23 de junio de 2016 el sospechoso se entregó voluntariamente en la comisaría de Alicante, consciente de las órdenes de busca y captura que había contra él y que era cuestión de tiempo que fuera detenido.

Destaca la rápida instrucción de este doble crimen que conmocionó a los valencianos debido a las extrañas circunstancias que rodearon el hallazgo de los cadáveres, de una profesora y su hermano, en un piso de una céntrica calle de València. Menos de un año después de que fuera destapado el caso, el presunto asesino, en prisión provisional por estos hechos, está ya a la espera de juicio y ya conoce la pena solicitada por la Fiscalía.

El fiscal considera al arrestado autor de dos delitos de homicidio agravado por la especial vulnerabilidad de la víctima dada su edad y solicita una pena de 21 años de prisión por cada uno. Asimismo también le pide tres años más de cárcel por un delito continuado de estafa por las extracciones las cuentas bancarias de sus víctimas. La fiscalía no aprecia eximente alguna de trastorno mental y aclara que el tiempo máximo de cumplimiento efectivo sería de 40 años debido a la última modificación del Código Penal.