«Lo único que quería es tocarlo, tenerlo entre mis brazos, sentir el calor de un bebé. Necesitaba ese cariño». Esa fue la argumentación que dio ayer, durante el juicio celebrado en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de València, la mujer acusada de intentar llevarse a un recién nacido del Hospital La Fe de València en marzo de 2016. Hasta en tres habitaciones de maternidad se coló la procesada, que previamente había sustraído una bata blanca de otro centro hospitalario, con la clara intención de arrebatar un bebé de los brazos de sus padres.

El Ministerio Fiscal solicita para ella una pena de tres años y medio de prisión por un delito de tención ilegal en grado de tentativa. Además, ese mismo día por la mañana la acusada ya había intentado algo similar en el Hospital General Universitario Santa Lucía de Cartagena (Murcia), hechos que instruye en una causa aparte un juzgado de Cartagena.

Trinidad V. S., de 22 años y nacionalidad española, negó en el juicio que su intención fuera sustraer un bebé y que solo quería tenerlo en brazos para «sentir su calor». «Tuve ocasión de llevármelo y no me lo llevé», alegó la acusada. No obstante, la joven, que reside en Madrid, no supo explicar los motivos por los que se desplazó hasta València si su intención era la de meramente sostener a un pequeño en brazos.

Dos abortos y embarazo psicológico

Del mismo modo reconoció que la bata blanca que portaba, y que tiró a una papelera antes de ser detenida, la cogió en un hospital de Cartagena. Respecto a su viaje a Murcia ésta alegó que una tía suya acababa de dar a luz y había ido a visitarla. «Pasé la noche con ella pero el bebé lo tuve poco rato», explicó argumentando que ello no colmó sus deseos de sentir el calor de un retoño entre sus brazos.

Así para tratar de justificar esta obsesión la mujer relató ante la sala que había sufrido dos abortos y un embarazo psicológico. Aunque es madre de dos niños de seis y ocho años, la acusada explicó que sentía la necesidad de tener otro hijo con su nueva pareja. «Además de los dos abortos sentía vómitos y tenía los pechos hinchados, creía que estaba embarazada pero no lo estaba», argumentó.

En la primera habitación que entró se marchó prácticamente enseguida al percatarse que la embarazada todavía no había dado a luz, en el segunda se fue al ver que había muchos familiares y en la tercera llegó incluso a tener al recién nacido en brazos. Pese a que negó que les dijera que se tenía que llevar al bebé para hacerle la prueba del talón, los testigos ratificaron que la falsa enfermera puso esta excusa e insistió para llevarse al pequeño. La defensa sostiene que la mujer sufre un trastorno psiquiátrico y está en tratamiento.