José Antonio Albi, de 28 años, murió en la mañana de ayer en el hospital La Fe de València. Es el tercer ciclista de Xàbia fallecido tras ser arrollado el domingo, a las 8.30 de la mañana, por el coche que conducía Mavi S. C., una chica también de 28 años que iba al volante pese a haber bebido mucho alcohol (casi cuadruplicaba la tasa permitida) y consumido cocaína. Murieron en el acto otros dos deportistas, Eduardo Monfort, igualmente de 28 años, y Luis Alberto Contreras, de 53.

Albi recibirá sepultura mañana sabádo, 13 de mayo, en Xàbia. El funeral se celebrará a las 11.00 horas y el féretro irá acompañado por todos los clubes ciclistas de Xàbia y de los municipios cercanos. No obstante, se trata de una participación abierta a quienes quieran sumarse, por lo que todo hace prever que serán decenas los ciclistas que acompañarán el féretro con los restos mortales del joven atropellado. Los aficionados se encontrarán a las 9.30 horsa en la parada de autobuses de la avenida Palmera para, desde allí, acudir juntos al funeral.

Albi sufrió tras el atropello una parada cardiorrespiratoria. Los médicos y sanitarios le recuperaron el pulso. Lo trasladaron en un helicóptero medicalizado a La Fe. Sus lesiones cerebrales eran críticas. Lo operaron al bajarle la tensión neuronal. Los médicos le comunicaron a la familia que, clínicamente, no podían hacer más.

El joven no respondía a los estímulos cerebrales. Seguía respirando. Pero no había esperanza. Los doctores le fueron retirando la sedación. Su vida se ha ido apagando poco a poco.

Sus padres y su hermano eran plenamente conscientes de que José Antonio, pese a ser un joven fuerte y repleto de ilusión, no iba a salir de ésta. Los daños cerebrales que sufrió por el brutal atropello en la N-332, en el término de Oliva, eran irreversibles.

El corazón le dejó de latir en la mañana de ayer. Esta nueva muerte, la tercera, ha supuesto otra sacudida brutal para los vecinos de Xàbia. El pueblo no despierta de la pesadilla.

Además, los otros dos ciclistas heridos, Scott Gordon y Andrés Contreras, hijo del fallecido Luis Alberto, siguen graves. Estables, pero graves. Andrés tiene tres hematomas en la cabeza y daños en los pulmones, así como numerosas fracturas. Scott está en coma inducido por las fracturas en todas sus extremidades. También tiene rota la mandíbula.

José Albi vivía un momento muy ilusionante de su vida. Se estaba arreglando una casa familiar para irse a vivir con su novia, según explicaron a este diario amigos íntimos suyos. Desde niño hacía atletismo. Pertenecía al club Llebeig y, como sus compañeros ciclistas, a la sección de triatlón del TriLlebeig. Estudió en València el ciclo superior de Electricidad. Sus amigos afirmaron que era «superhumilde y alegre». Estuvo de Erasmus en Italia. Pertenecía como su gran amigo Edu Monfort, también fallecido por el atropello, a la filà Ballesters. Ahora trabajaba con su tío en una empresa de desmontes y excavaciones.

Albi era un apasionado del atletismo y no fallaba a ninguna carrera popular. También participaba en carreras de montaña. Era muy querido en el club Llebeig. Le había cogido el gusto al triatlón y, en el último disputado en Xàbia, logró varios trofeos.

Su familia y los vecinos de Xàbia le darán el último adiós el sábado, a las 11.00 horas. El funeral tendrá lugar en la iglesia de Sant Bertomeu. También el sábado, pero por la tarde, el mundo comarcal del deporte rendirá homenaje a los tres ciclistas fallecidos y tratará de transmitir fuerzas a los dos que continúan graves. En la Volta a Peu de Pedreguer, el club Llebeig repartirá lazos negros. Los atletas de Xàbia entrarán juntos a meta y el resto, más de un millar, les harán un pasillo.