La sección segunda de la Audiencia Provincial de València ha condenado a tres años y siete meses de prisión al hombre que mató a otro e hirió a dos más que le atacaron para robarle plantas de marihuana en Palma de Gandia. El hombre afirmó durante el juicio que solo se defendió con el arma que quitó a una de las víctimas.

Como ya adelantó Levante-EMV, el tribunal le condena por un delito de homicidio consumado y dos intentos de homicidio con eximente incompleta de legítima defensa. No obstante, han considerado la confesión como una atenuante, ya que el hombre se entregó. El condenado, que fue juzgado por un jurado popular que dictaminó su culpabilidad, también tendrá que abonar unos 10.000 euros a los dos heridos por las lesiones.

Y es que, aunque los miembros del tribunal consideraron probado que el procesado actuó para defenderse de sus agresores, quienes le propinaron golpes con un palo y patadas, no le eximen totalmente de su culpa al remarcar que «podía haber realizado disparos intimidatorios al aire». Sí consideran acreditado que el arma no era del acusado y por eso le declaran inocente del delito de tenencia ilícita.

Según consta como probado en la sentencia, la invasión fue «completamente inminente e inesperada», pero la utilización del arma, con la que mató a uno de los atacantes, «resultaba desproporcionada e innecesaria».

Los hechos se remontan a la noche del 20 de octubre de 2015, cuando el ahora condenado se encontraba en el interior de una furgoneta estacionada en una parcela en Palma de Gandia. Sobre las 23.00 horas llegaron al lugar tres hombres con intención de robar unas plantas de marihuana que allí se cultivaban. Tras acceder saltando la valla, se proveyeron de palos y una varilla de hierro. El procesado descubrió la presencia de los tres hombres, quienes le gritaron «¡alto, Policía!» y le ordenaron que se tirase al suelo, para después golpearle. El hombre, ante la presencia próxima de uno de los atacantes, le disparó con una pistola no identificada, provista de un cañón manipulado.