Uno de los jóvenes que se dedicaba a asaltar a conductores de la Empresa Municipal de Transportes de València (EMT), aprovechando el momento en el que éstos paraban a descansar para así apoderarse de la recaudación, hechos de los que informó Levante-EMV en septiembre de 2015,Levante-EMV ha sido condenado ahora a una pena de dos años de cárcel por un delito de robo con violencia, con la agravante de reincidencia y la atenuante analógica de drogadicción.

El acusado, de 26 años y nacionalidad española, reconoció los hechos en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal número cuatro de València y aceptó una reducción de la pena. Su presunto cómplice en los robos no ha podido ser identificado.

Aunque la Policía Nacional atribuyó a ambos jóvenes varios robos con violencia cometidos en el 2015 y cuyas víctimas eran siempre conductores de la EMT, la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico solo condena a uno de los jóvenes por uno de estos robos, donde agredió al conductor para apoderarse de un botín de 305 euros.

En este caso en concreto se trataba de un autobús de la línea 70 de la EMT que se encontraba estacionado, con las puertas abiertas, a la espera de iniciar su recorrido a las 21.30 horas del 20 de septiembre de 2015. Según ha quedado probado, el joven «guiado por la finalidad de obtener un lucro ilícito a costa de lo ajeno, y puesto de común acuerdo con otro individuo no identificado», abordó al conductor del transporte público y mientras su compinche le propinaba un fuerte golpe «estampándole contra el cristal», éste se apoderó de un bolso que tenía bajo el salpicadero.

En el interior había 280 euros, documentación personal y tarjetas bancarias, así como un teléfono móvil y otros efectos valorados en 700 euros. Además, se apoderó también de 35 euros del dinero de la recaudación.

El letrado de la defensa, Vicente Monzó, logró llegar a un acuerdo de conformidad por el cual el fiscal rebajó a mínimos la petición de pena inicial de cuatro años de cárcel a solo dos. De esta forma se le aplicó a su cliente la atenuante de drogadicción, ya que padece de dependencia a opiáceos, cannabis y cocaína.