Bajo un montón de escombros, en la parte trasera, derrumbada por las lluvias, de una casa abandonada de la calle Pianista Amparo Iturbi de València. Allí fue encontrado ayer el cadáver de Khalid Azzakhman, el hombre de 48 años y nacionalidad marroquí cuya muerte confesó el propio autor a Levante-EMV. Levante-EMV.

Finalmente se confirmaron las sospechas iniciales y el cuerpo sin vida de la víctima seguía en el inmueble donde se produjo el crimen. El presunto homicida nunca llegó a sacarlo de la casa, como trató de hacer creer a los investigadores, aunque al final fue él mismo, tras su confesión, quien llevó hasta allí a la policía e indicó el lugar exacto en el que estaba oculto.

No obstante, debido al deteriorado estado en el que se encontraba el cadáver -han transcurrido cinco meses de su muerte- serán las pruebas de ADN las que certifiquen por completo su identificación. Asimismo, la autopsia que se le realizará en el Instituto de Medicina Legal de València determinará las causas exactas del fallecimiento y si tal y como relató a este periódico el presunto homicida, mató a su víctima de una única cuchillada por la espalda, que le alcanzó el corazón.

La Policía Nacional trasladó a primera hora de la mañana de ayer a los dos presuntos implicados en el crimen del hombre desaparecido en València en el mes de enero hasta el inmueble donde supuestamente se produjo el crimen.

Javier Martínez, de 37 años e hijo del conocido delincuente Andrés Martínez Larios, autor de las muertes de tres guardias civiles en un tiroteo en el que también resultó él muerto en el año 1984, colaboró con la policía dando precisas indicaciones del lugar en el que se encontraba escondido el cuerpo.

Asimismo, Ana M. V., su presunta cómplice y también acusada del homicidio, permaneció en todo momento en el vehículo policial y apenas asomó el rostro para poder fumar alguna calada de su cigarro.

Para acceder al interior del inmueble fue necesaria una escalera de altura de bomberos, quienes entraron por el balcón superior de esta vivienda abandonada. Una vez franqueada la puerta la policía y la comisión judicial trataron de llegar hasta el lugar en donde se hallaba el cuerpo, pero dado el estado de derrumbe en el que se encuentra la casa, tuvieron que posponer el levantamiento del cadáver hasta que los operarios apuntalaron el techo de esa zona.

Una vez asegurada la zona agentes del grupo de policía científica realizaron una minuciosa inspección del lugar. Los forenses realizaron un primer examen ocular del cuerpo, encontrado bajo unos escombros en una zona por la que había filtrado el agua y estaba a la intemperie tras el derrumbe. El juez de Instrucción número 14 de València ordenó el levantamiento del cadáver pasadas las cuatro de la tarde.

Un día antes el presunto homicida confeso había ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza tras ser puesto a disposición judicial por robo con violencia y homicidio. Su compañera ya estaba presa por otro hecho.