Un conductor que circulaba bajo los efectos del alcohol y las drogas protagonizó ayer a primera hora de la mañana una espectacular persecución policial por las calles del distrito del Marítim, invadiendo la acera y utilizando como carril la vía del tranvía. Para colmo, el coche que conducía tenía el neumático reventado y la llanta iba dejando a su paso chispas fruto de la fricción con el asfalto, según relataron testigos de los hechos.

El peligroso conductor acabó detenido por un delito de conducción temeraria, negativa a la prueba de alcoholemia y atentado a agente de la autoridad. De hecho, durante la persecución trató de atropellar a un agente de la Policía Local de València que le dio el alto y una vez interceptado su vehículo se negó a salir del mismo.

Los hechos ocurrieron a las siete de la mañana de ayer cuando una patrulla de la Policía Local observó cómo un coche, modelo Smart de color rojo, se saltaba un semáforo en la calle Pavía y daba un volantazo subiéndose a la acera. Fruto de esta maniobra sufrió el reventón de un neumático. No obstante, pese a ello, cuando los agentes trataron de darle el alto, éste aceleró emprendiendo la huida. Uno de los policías tuvo que saltar para evitar ser arrollado.

El coche tomó la calle Isabel de Villena y siguió su huida por Eugenia Viñes, circulando varios metros por el carril del tranvía. A la altura de la calle Mediterráneo cruce con Doctor Lluch varias patrullas lograron parar al citado vehículo. El conductor, de 34 años y origen marroquí, mostraba evidentes signos de ir ebrio y haber consumido drogas. Fueron necesarios varios agentes para reducirle y tres resultaron lesionados. Además, tras ser trasladado a un centro de salud, se negó nuevamente a someterse a la prueba de alcoholemia.