Al quinto día de angustia en el río Cabriel se consumó la noticia más trágica posible. El operativo de búsqueda encontró ayer por la mañana el cadáver del niño de 11 años del que se perdió el rastro el pasado sábado 19 de agosto después de lanzarse con una colchoneta en el río, cerca del municipio de Venta del Moro. El cuerpo sin vida del pequeño apareció en el agua en una zona de cañizos y piedras a apenas 500 metros de donde fue visto por último vez, según indicaron fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos.

El pasado sábado se levantó la voz de alarma cuando desapareció este chico, de 11 años y de origen guineano, mientras estaba realizando un descenso sobre una colchoneta por el río Cabriel. Al parecer, el niño se había desplazado con un grupo de amigos desde València a esa zona para disfrutar de una tarde de ocio. Sin embargo, en un momento de la actividad, los compañeros del chico lo perdieron completamente de vista, tras lo que llamaron al 112, que activó el dispositivo de emergencia a las 18.45 horas para tratar de encontrarlo. Y no se tuvo noticias del desaparecido hasta precisamente ayer, cuando los integrantes del grupo especial de actividades subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil hallaron su cadáver a apenas medio kilómetro de donde se le perdió el rastro.

Durante estos cinco días de incertidumbre participaron en el operativo hasta 75 personas que buscaron al pequeño por tierra, mar y aire procedentes del Consorcio Provincial de Bomberos, la Guardia Civil y Protección Civil tanto de la Comunitat Valenciana como de Castilla-La Mancha, así como brigadas forestales, miembros de Cruz Roja y voluntarios especialistas en aguas superficiales procedentes de Sagunt. De hecho, hasta el momento en que se encontró al pequeño, según fuentes del operativo, se habían rastreado de «forma milimétrica» 20 kilómetros del cauce del río, el cual se había dividido en tres zonas, hasta el municipio albaceteño de Villatoya. Es más, ayer mismo se habían incorporado al operativo drones tanto de los bomberos como de la Generalitat.

Gran cantidad de vegetación

Pese a que el cuerpo del pequeño ha aparecido a tan solo 500 metros de donde se le había perdido el rastro, los responsables de las tareas de búsqueda advirtieron de que éstas eran «complicadas» por la gran cantidad de ramas y vegetación que había en el agua por culpa de las lluvias de los últimos días en la provincia de Albacete, así como la orografía del lugar, con zonas de difícil acceso. Para tratar de facilitar el trabajo del dispositivo, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) redujo el caudal del río el pasado martes, y las empresas de aventuras que operan en la zona también desplegaron efectivos que tenían un conocimiento exhaustivo de dicha área.

Conforme pasaba el tiempo sin que apareciera el pequeño, las expectativas de lograr un final feliz eran cada vez menores, hasta que sobre las 11 de la mañana de ayer se consumaba el trágico desenlace final con el hallazgo del cuerpo del menor sin vida.