Se llamaba Jaqueline Alexandra Pesantez Sandoval y fue atropellada junto a la V-30 en València. Iba a cumplir 49 años en mes y medio y desde hacía varios años vivía en València, adonde había llegado desde su Ecuador natal para intentar mejorar su vida y la de los suyos. Jaqueline deja cuatro hijos, tres de ellos ya adultos, aunque el mayor es discapacitado, y uno menor de edad, de apenas 12 años.

«Estamos destrozados. Rotos de dolor». Quien habla es el excompañero de Jaqueline y padre de los cuatro chicos. La familia no ha asimilado aún lo ocurrido. Ni la llamada de la policía advirtiéndoles de lo ocurrido. Mucho menos que muriese como murió y que la dejaran tirada en el arcén sin prestarle ayuda.