Una mujer de 57 años de edad no sólo ha logrado salvar la vida a su exsuegra, de 79, impidiendo que su expareja la estrangulara, sino que además logró arrancarle de las manos el cuchillo de cocina con el que amenazaba con matar a ambas y luego alertó al 112.

La rápida actuación de la mujer, sobre la que ya hay dictadas varias órdenes de protección tras los sucesos, permitió a la Policía Local detener al presunto agresor, a quien nunca habían denunciado, ni su exmujer, ni su madre, pese a que pegaba a ambas con frecuencia, según ha revelado ahora la primera de ellas.

Los hechos sucedieron el pasado lunes en el domicilio de la anciana, en el barrio valenciano de Campanar, vivienda en la que residen los tres.

Al parecer, la mujer sufre neumonía de manera muy frecuente y además padece obesidad mórbida, por lo que no sólo está comprometida su movilidad, sino que precisa asistencia constante. Por esa razón, para cuidarla y evitar que su hijo la maltratara, la expareja de su hijo decidió seguir viviendo en la casa a pesar de sufrir agresiones ella misma.

La última se produjo poco antes de las dos de la tarde del lunes, cuando el ahora detenido, de 47 años, cogió un cuchillo de cocina en plena discusión con su expareja y amenazó a ambas con matarlas. La exmujer no se lo pensó dos veces y se abalanzó sobre él. Tras un forcejeo, logró quitarle el arma de las manos.

Entonces, el presunto maltratador se arrojó sobre su madre, que estaba sentada en el sofá, y, sujetándola por el cuello, trató de estrangularla. De nuevo la intervención de la mujer evitó que el presunto agresor lograse su propósito. Una vez que logró apartarlo de su exsuegra, la mujer llamó por teléfono y pidió ayuda urgente al 112.

Agitado y muy violento

Poco después llegaba al domicilio una patrulla de la Policía Local de la recién creada 8ª Unidad de Distrito, que se topó con el presunto agresor muy violento y en un estado de gran agitación, mientras que las víctimas continuaban, asustadas, en el sofá.

Una vez que la exmujer explicó lo ocurrido a los agentes, éstos se encargaron de que policías del grupo GAMA, especializado en violencia machista, se ocupara de tomar la denuncia a la expareja del supuesto maltratador.

La víctima desgranó una a una todas las agresiones anteriores, tanto a ella como a su exsuegra, y que no había denunciado antes por miedo a la reacción del ahora arrestado. La gravedad de las agresiones ha hecho que reciba protección inmediata, ya que la valoración de riesgo policial ha resultado ser extrema.

Sin embargo, la madre, que tuvo que recibir asistencia médica en su domicilio ya que apenas se puede mover y menos aún desplazar fuera del domicilio sin ayuda y un soporte especial, no quiso denunciar a su hijo y rechazó, así mismo, una orden de protección para evitar que le impidan acercarse a ella.