La Guardia Civil investiga el homicidio de un joven lituano de 28 años que fue apuñalado y agredido a martillazos ayer por la mañana en su domicilio de la playa de Muchavista en el Campello. Un hombre de la misma nacionalidad manchado con restos de sangre fue detenido en la zona, mientras que otro implicado, que al parecer podría ir armado con una pistola, logró huir del lugar y se difundieron sus características a las patrullas de servicio para tratar de localizarle y capturarle.

La Guardia Civil baraja un robo o una venganza por drogas como origen del crimen, ya que en el domicilio intervinieron una importante cantidad de dinero, al parecer más de 70.000 euros, y un pequeño alijo de cannabis.

Tanto la droga como el dinero estarían escondidos en la vivienda, de ahí que una de las hipótesis que se barajen es que la víctima fuese torturada para que les confesara dónde los ocultaba.

Sobre las once y media de la mañana la Guardia Civil y la Policía Local del Campello fueron alertadas de una pelea en un domicilio de la urbanización Al Andalus, situada en la avenida Jaime I el Conquistador, en la playa de Muchavista. En el mismo aviso se comunicaba que dos personas ensangrentadas habían huido de la escena del crimen.

De inmediato se personaron patrullas de ambos cuerpos en la zona y uno de los sospechosos, un lituano de unos 30 años que resultó herido en una pierna al descolgarse desde la segunda planta del inmueble, pudo ser arrestado poco después de dar la voz de alarma.

Cadáver en la cocina

Los agentes subieron a la vivienda donde ocurrieron los hechos y en la cocina se encontraron a un hombre fallecido, con evidentes síntomas de violencia. Presentaba heridas de arma blanca, así como golpes en la cabeza y otras partes del cuerpo que le fueron ocasionados con un martillo. Los servicios sanitarios también se personaron en la vivienda, aunque sólo pudieron certificar el fallecimiento del hombre.

Una vecina de la zona relató a este diario que el homicidio fue perpetrado sobre las 11.10 horas. Estaba en su domicilio cuando comenzó a escuchar unos gritos. «Eran unos chillidos desgarradores», gritos que luego dejó de escuchar. Poco después volvió a asomarse al oir el sonido de las sirenas de los vehículos policiales y ambulancias.

Otra vecina comentó que estaba tendiendo la ropa cuando escuchó gritos y, al asomarse, vio cómo dos personas saltaban a calle desde la terraza. La mujer se lamentaba de la falta de seguridad en la urbanización.

Numerosas patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local del Campello se personaron en la urbanización donde sucedieron los hechos. El juez de guardia de Alicante y la forense también se desplazaron a la casa y poco antes de las dos y media de la tarde autorizaron el levantamiento del cadáver tras haber examinado las lesiones mortales que presentaba. El cuerpo fue trasladado al tanatorio La Siempreviva, donde hoy se le practicará la autopsia.

El único detenido inicialmente en relación con el crimen declaró a los agentes que él se encontraba durmiendo en la vivienda cuando entraron «unos asesinos» en la casa y mataron a su compatriota.

Lesiones en el tobillo

Sin embargo, los investigadores no le dan mucha credibilidad a esa versión y creen que presuntamente participó en la muerte a golpes y puñaladas de su compatriota.

El arrestado fue trasladado en un vehículo de la Policía Local del Campello y antes de ser conducido al cuartel de la Guardia Civil fue llevado al hospital ya que sufrió lesionó en un tobillo al descolgarse desde el segundo piso cuando huía de la casa La Guardia Civil realizaba ayer tarde gestiones para localizar al huido, que podría estar identificado.

El fallecido bajaba todas las mañanas a desayunar a una cafetería situada junto a su urbanización. «Era muy amable y aparentemente parecía buena persona», comentó a este periódico una empleada del local.