Mediante falsas identidades, entre ellas la de una mujer rusa de nombre Casandra, engatusaba a ancianos, «aprovechándose de sus débiles condiciones físicas y psíquicas», para junto a su pareja sentimental acabar desvalijando por completo tanto sus cuentas bancarias como sus viviendas. Ahora la presunta estafadora y su cómplice deben responder ante la Justicia. El Ministerio Fiscal solicita una pena de veinte años de prisión para ella y catorce y medio para él al acusarles además del delito continuado de estafa y de los robos con fuerza en los domicilios, de dos robos con violencia, uno de ellos con uso de arma, a su última víctima.

El juicio por estos hechos se celebró ayer en la Sección Tercera de València. Entre los años 2013 y 2015 la pareja se apoderó de un botín superior a 53.000 euros, diversas joyas, juegos de sábana bordados y hasta una cunita de bebé de mimbre. Para ello la principal encausada se aproximaba a personas mayores y se ganaba «su amistad» y mediante engaños lograba que éstos le prestaran dinero con falsas excusas. Entre sus invenciones le hizo creer a uno de los estafados que tenía que operarse por cuestiones de salud y al otro que necesitaba el dinero para pagar el entierro de su hija.

Con la primera de sus víctimas, un hombre de 76 años y vecino de València, la mujer hizo que éste le realizara entregas paulatinas de dinero por un importe de unos 36.000 euros. Además en sus visitas al domicilio del septuagenario la acusada aprovechó para hacerse con un juego de llaves de la casa y así quitarle las cartillas del banco y un bolso. Incluso robó el DNI y dinero a la mujer del estafado, que se encontraba en silla de ruedas.

Tuvieron que bloquear las cuentas

A la segunda víctima, de 78 años y con problemas de memoria, le hizo creer que era rusa y que necesitaba el dinero para diferentes fines. A esta persona le estafó presuntamente unos 17.000 euros, hasta que los hijos de la víctima bloquearon sus cuentas. No contenta con ello, también desvalijó su domicilio con un juego de llaves que tenía. Cuando el anciano trató de recuperar su dinero, el compañero de la presunta estafadora y también acusado lo introdujo en un vehículo y le robó el dinero que portaba encima.

Esta situación se volvió a repetir dos veces más. En una lo tiraron al suelo para robarle y en otra el procesado amenazó al anciano con una navaja para quitarle la cartera con su documentación y dinero. La Policía Nacional arrestó a los sospechosos en febrero de 2016. La Audiencia determinará ahora su responsabilidad y si deben cumplir la pena solicitada por la fiscalía.