El acusado del doble crimen perpetrado en abril de 2016 en una vivienda de la calle Císcar, en València, que costó la vida a dos hermanos de avanzada edad ha reconocido los hechos que se le imputan y ha aceptado 38 años de cárcel por los dos homicidios. En concreto, la pena incluye 18 años de prisión por cada asesinado y dos por la estafa.

El fiscal pedía para él 45 años de prisión, aunque finalmente el acusado ha reconocido los hechos y ha aceptado cumplir 38 años de cárcel. El hombre es juzgado desde hoy en la Ciutat de la Justícia de València por parte de un jurado popular.

Juan Carlos y Araceli Oliva, dos hermanos de 79 y 75 años respectivamente, fueron estrangulados en su domicilio de la calle Císcar de València, a manos presuntamente de un supuesto amigo al que habían ayudado económicamente pagándole durante dos años el alquiler de la vivienda, la luz, el agua y otros gastos, con la promesa de que les devolvería el dinero cuando él y su mujer superaran este pequeño bache. Los forenses han ratificado hoy en el juicio que la causa de la muerte fue por estrangulamiento.

Los cuerpos fueron hallados dentro de sendos sacos de dormir, cubiertos con mantas y alfombras, bajo una capa de arena sanitaria para gatos en una habitación llena de ambientadores para mitigar el olor a muerte. Asimismo, el sospechoso instaló un dispositivo de alarma en la puerta que le alertara en caso de que alguien accediera al habitáculo, como adelantó en su día Levante-EMV. Todo ello únicamente sirvió para retrasar el hallazgo de los cadáveres, encontrados el 22 de mayo del pasado año, casi un mes después del doble crimen.

Al mismo tiempo que trataba de ocultar sus crímenes con estas tretas y mintiendo a amigos y vecinos del fallecido, a quienes hizo creer que se encontraban en un viaje a Pamplona siguiendo un tratamiento médico del que no querían dar noticias, el presunto asesino no perdió el tiempo ni tuvo reparos a la hora de realizar hasta nueve extracciones de dinero del cajero automático, por un importe total de 4.060 euros, con la tarjeta de crédito de una de sus víctimas, sin importarle que ello favoreciera su posterior identificación.

Las investigaciones del grupo de Homicidios de la Policía Nacional permitieron pronto identificar como presunto autor de las muertes de ambos hermanos a Juan Antonio D. R., quien huyó de su domicilio justo a la mañana siguiente de que fueran hallados los cadáveres. Finalmente el 23 de junio de 2016 el sospechoso se entregó voluntariamente en la comisaría de Alicante, consciente de las órdenes de busca y captura que había contra él y que era cuestión de tiempo que fuera detenido.