La quema de rastrojos ha vuelto a convertirse en una mortal trampa para un agricultor valenciano. En esta ocasión se trata de un anciano de 81 años, quien murió calcinado por las llamas después de que el fuego que él mismo había iniciado en sus terrenos de Ayora, se descontrolara y acabara envolviéndolo, sin darle posibilidad a ponerse a salvo del incendio.

Cuando los bomberos del Consorcio acudieron a sofocar las llamas encontraron ya muerto al octogenario, que murió calcinado, según apuntaron las fuentes consultadas por este periódico.

Los bomberos recibieron el aviso del incendio en torno a las 13.10 horas de ayer. Hasta el lugar de los hechos acudieron bomberos y voluntarios de Ayora, Cortes y Requena. Al llegar a la zona para extinguir las llamas, éstos encontrado a un hombre calcinado dentro del perímetro del siniestro.

Fuentes municipales apuntaron que el origen del fuego fue una quema controlada de rastrojos de un vecino del pueblo. No obstante, algo debió fallar y las llamas atraparon al hombre.

Una ambulancia del Soporte Vital Básico se trasladó hasta el lugar pero únicamente pudieron confirmar el fallecimiento del hombre, según informaron fuentes del CICU.

Otros casos

En el mes de febrero de 2016 se produjeron otras dos muertes similares de agricultores que estaban quemando rastrojos en apenas 24 horas. Uno de ellos fue un hombre de 80 años que sufrió quemaduras en un incendio forestal en el término de Montaverner provocado por la quema de rastrojos. Éste no pudo superar las graves lesiones que le ocasionó el siniestro y finalmente falleció. Un día antes otra quema agrícola en la provincia de València se cobró la vida de otro hombre en Barxeta.