Un joven que se encontraba interno en el antiguo centro de menores de Monteolivete se enfrenta a trece años de prisión por violar a una compañera de 16 años que se había fugado del lugar de acogida el día anterior.

La presunta agresión sexual se habría producido en octubre de 2016 en el domicilio de unos amigos del acusado, en la localidad de Torrent, donde éste se llevó a la menor con la supuesta excusa de que se había hecho tarde y que ya volverían al centro al día siguiente.

El procesado, que está indocumentado, sigue defendiendo que cuando se produjeron los hechos él también era menor de edad. Según la fecha de nacimiento facilitada por éste tenía 17 años, aunque sus papeles dice tenerlos en Argelia. No obstante, el caso fue juzgado ayer por la Audiencia Provincial de València como si fuera un adulto ya que en las pruebas óseas para determinar la edad los forenses establecieron que tenía más de veinte años.

El acusado negó haber violado a su compañera, haberle puesto un cuchillo en el cuello y amenazarla con matarla si no tenía sexo con él.

Asimismo aseguró tener una grabación que tomó con su propio teléfono móvil en el que se les ve a ambos teniendo "sexo consentido en la playa" esa misma noche antes de acudir al domicilio de Torrent, donde la víctima afirma que éste la violó.

La menor agredida, por su parte, negó en el juicio haber tenido relaciones sexuales con el acusado en la playa, ni consentidas ni forzadas, y dijo desconocer la existencia de una grabación. Asimismo reconoció que le ayudó a sustraer un bolso a una mujer haciendo labores de distracción, pero que de ningún modo el motivo de la denuncia fuera que éste no quería repartir el botín del robo.

Respecto a los motivos por los que se fue voluntariamente a casa de sus amigos en Torrent, la joven explicó que hasta ese momento este compañero se había portado bien con ella y que ya era muy tarde para regresar al centro de menores de Monteolivete.

Es a partir de la llegada a la casa cuando las versiones de víctima y acusado difieren considerablemente. Por un lado él aseguró en la vista oral que estuvieron fumando marihuana y que jugaron a la videoconsola y luego simplemente se durmieron. Sin embargo, la denunciante volvió a ratificar lo manifestado a los educadores del centro a la tarde del día siguiente, que éste la había obligado colocándole un cuchillo en el cuello a tener sexo con él.

Así, accedió a sus pretensiones bajo amenaza de muerte: "Cuento hasta tres, si no te bajas los pantalones te pincho". Minutos después de forzarla sexualmente, su agresor presuntamente trató de violarla de nuevo, a lo que ésta se negó. "Le dije: 'No soy una puta, si quieres matarme, mátame'", manifestó en el juicio detrás de un biombo la agredida.

La Fiscalía solicita trece años de prisión para el acusado por un delito de agresión sexual y otros quince de alejamiento respecto de su víctima.