Freddy Steven Djatche ya reposa con los suyos, en Camerún. Los restos mortales del joven de 25 años fallecido en València el pasado 5 de diciembre, un día después de caer a un patio interior cuando buscaba un refugio donde vivir, llegó ayer a casa de su familia, en Douala, la segunda ciudad más importante de Camerún, situada en el este del país, en la costa atlántica.

Sus padres y hermanos han podido recuperar el cuerpo gracias a la generosidad del propietario del Trinquet Pelayo, el empresario valenciano José Luis López, quien ha corrido con todos los gastos de esa repatriación en un acto de humanidad al saber, a través de las informaciones de Levante-EMV, que nadie se prestaba a financiar el envío del cadáver a su familia, que ha costado más de 6.000 euros, una cifra inalcanzable para la comunidad camerunesa de València.

El féretro partió del aeropuerto de Manises el martes por la noche y llegó al de Douala, vía Estambul, a las 23.50 hora local -la misma que en España-. Su familia se hizo cargo del féretro, que fue conducido al domicilio de sus padres, en Douala donde está siendo velado por su extensa familia -sus padres, sus seis hermanos y el resto de parientes menos cercanos-, sus amigos y sus vecinos.

Retraso del informe de autopsia

Tapita Ngwaka Eboa, su madrina en València y la persona que más se ha implicado en la repatriación, explicó ayer que la familia recibió con honda emoción los restos mortales de Freddy, después de casi dos meses de tensa espera.

Al parecer, pese a que el empresario valenciano se prestó enseguida a asumir el pago íntegro de la repatriación del cuerpo «para que la familia pueda, al menos, tenerlo cerca y darle un entierro digno», el envío del cuerpo no ha podido materializarse hasta ahora por el retraso del informe de la autopsia, imprescindible para tramitar el acta de defunción que permite iniciar la repatriación.

El examen forense que certificó que la muerte de Freddy había sido accidental, como consecuencia de las heridas sufridas al caer desde un cuarto piso, fue practicado en los días siguientes a su muerte. Sin embargo, de manera inexplicable, el Instituto de Medicina Legal (IML) ha tardado más de mes y medio en enviar al Juzgado de Instrucción número 3 de València, encargado de la causa, ese informe de autopsia.

El fin de semana será enterrado

Tapita Ngwaka explicó ayer que el entierro de Freddy se celebrará este fin de semana en su pueblo natal, Batié, 218 kilómetros al noreste de Douala, en una zona selvática. El traslado del cuerpo desde el aeropuerto a la casa de sus padres y el posterior trayecto desde Douala a Batié en un coche fúnebre ha incrementado en otros 1.300 euros el coste inicial de la repatriación -4.500 euros-. A esos casi 6.000 euros, se le suman otros 500 con los que la fundación que lleva el nombre de José Luis López, propietaria a su vez del Trinquet Pelayo, obsequió a la madre de Freddy para ayudarles en el pago de los estudios de los hermanos pequeños del fallecido, uno de los cuales cursa actualmente estudios universitarios de ingeniería eléctrica en su país.