La Policía Nacional arrestó el pasado jueves en València a dos veinteañeros, de nacionalidad brasileña, acusados de violar a una compatriota de apenas trece años en el piso de uno de ellos. Los detenidos, que son primos, presuntamente obligaron a la adolescente, «mediante la fuerza y contra su voluntad», según la denuncia, «a tener relaciones sexuales con ambos tanto por vía vaginal como anal, causándole daños en sus partes íntimas».

Esta presunta agresión múltiple se produjo en el verano de 2016, pero la víctima optó por guardar silencio. Ha sido ahora, a principios del mes de enero, cuando la madre de la agredida ha denunciado los hechos en una comisaría de València después de que una amiga de su hija, a quien sí le confesó haber sido violada por estos dos chicos al volver a verlos en una fiesta, se lo dijera a su madre y ésta acabara poniéndolo en conocimiento de su progenitora. Asimismo, la jefa de estudios del instituto en el que estudia la adolescente también ha declarado como testigo al sonsacarle hace un par de meses a la menor que unos amigos la habían forzado sexualmente.

Aunque la víctima se ha mostrado en todo momento reticente a contar qué pasó ese día, «intentando pasar página y no pensar en ello», según explicó a su profesora. Incluso tratando de justificar a uno de sus agresores diciendo que le había mandado mensajes de WhatsApp pidiéndole perdón. Dada la gravedad de lo ocurrido, nada más tener conocimiento de lo que había pasado, su madre fue a presentar la pertinente denuncia.

En la misma se detalla que la menor fue a casa de un amigo, con el que tenía una especie de relación sentimental desde hacía un mes. Estando ya en la casa, éste le dijo que si podía venir un primo suyo a ver la película con ellos, a lo que la adolescente accedió. Según el testimonio de la menor, cuando vio las intenciones sexuales de ambos trató de irse en varias ocasiones del inmueble, pero se lo impidieron por la fuerza. Así, la obligaron a quitarse la ropa «amenazándole con hacerle daño si no obedecía» y consumaron la violación.

Después de varias averiguaciones, la Policía Nacional arrestó esta semana a los dos presuntos autores de un delito de abuso sexual con penetración. Los detenidos, que en el momento de cometer los hechos tenían 21 y 19 años, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número dos de València esa misma tarde.

Ambos negaron ante el juez haber tenido relaciones sexuales con la menor, ni consentidas por ésta, ni mucho menos por la fuerza o haciendo uso de la violencia. Así el supuesto novio de la chica insistió en que solo eran amigos y su primo aclaró que él solo fue esa tarde del verano del 2016 a la casa a ver una película de dinosaurios.

Un intento de suicidio

Aunque la menor ocultó a su familia los abusos de los que había sido víctima, desde entonces la adolescente sufre una depresión, había bajado su rendimiento en el instituto e incluso consta un intento de suicidio en el mes de mayo del pasado año. En esa ocasión la policía tuvo que intervenir para evitar la tragedia. Ni siquiera entonces sus familiares lograron que sacara a relucir lo que le estaba ocurriendo.

No fue hasta mediados de diciembre cuando una profesora del instituto, al verla llorando, logró que la menor se abriera y le contara el duro secreto que guardaba y que la estaba destruyendo por dentro. Sus dos presuntos agresores han quedado en libertad con cargos y el juez les ha impuesto una orden de alejamiento de 200 metros y prohibición de comunicarse con su víctima.