El empresario gallego José González, de 72 años de edad y natural de Montes, en la localidad de O Carballiño (Ourense), falleció en México Distrito Federal tras ser tiroteado en el exterior de uno de sus restaurantes. Los investigadores mantienen abiertas todas las hipótesis, aunque no se descarta que pueda tratarse de un intento de atraco con el desenlace de asesinato.

El fallecido ourensano, casado con Fifita Gulías, es cuñado de Florencio Gulías Barros, presidente del Centro Gallego de México. Tiene casa en Beariz, localidad natal de su esposa, lugar al que retornaban durante el periodo vacacional junto a su familia, para compartir recuerdos y manteniendo su apego por la localidades donde nacieron y en las que tienen residencia dos de sus cuñados, que también tienen negocios en México, relacionados con el sector hostelero y de gasolineras, aunque en sus inicios desarrollaron también otras actividades.

Según los datos de que se disponen, antes de producirse el crimen el empresario se encontraba en uno de locales de su propiedad, que estaba lleno de gente, cuando le habrían avisado de que alguien le llamaba fuera del establecimiento, como manifestaron las primeras versiones de los testigos.

Después de abandonar el local en el que se encontraba, y recorrer una determinada distancia, y ya en plena calle, se abalanzaron sobre él y le dieron un tiro que acabó con su vida, si bien todavía resulta confuso todo lo sucedido, puesto que todavía se está investigando. No obstante todos los indicios apuntan a que trataban de asaltar al empresario, con el objetivo de robarle o extorsionarle, y le dispararon.

El alcalde de Beatriz, Manuel Prado López, destacaba anoche el gran dolor que había producido el crimen entre sus convecinos. Y aunque reconocía no disponer de datos sobre lo sucedido en México, espera que "sea la última muerte violenta que se produce". Prado quiso destacar la figura tanto del fallecido como de su cuñado Florencio Gulias, con el que reconoce le une una gran amistad.