La localidad valenciana de Albal fue testigo ayer por la tarde de un nuevo caso de violencia machista. Al parecer, sobre las 16.30 horas, un hombre prendió fuego a la vivienda de su exmujer, ubicada en el primer piso de un edificio de cinco alturas de la calle Acequia de Favara, calcinando completamente el inmueble y afectando gravemente a las casas colindantes.

Fuentes de toda solvencia confirmaron a Levante-EMV que el supuesto agresor cuenta desde hace dos semanas con una orden de alejamiento sobre su exmujer, ya que existen denuncias previas por malos tratos, y que ya había amenazado anteriormente con quemar la vivienda.

Por fortuna, pese a la virulencia de las llamas, no se registraron heridos puesto que la mujer y la hija que la pareja tiene en común se encontraban en la casa de unos familiares pasando el día, algo que el incendiario desconocía en el momento de cometer la estremecedora agresión.

Al parecer el autor de los hechos acudió a la vivienda con una garrafa repleta de líquido inflamable, roció la puerta, le prendió fuego y huyó. Tras una pequeña explosión, comenzó el incendio que arrasó el interior del domicilio y llegó incluso a afectar a la fachada de la finca.

Dada la rapidez con la que los bomberos y fuerzas de seguridad desalojaron el edificio, ningún vecino resultó afectado, pero sí se produjeron importantes daños materiales. Tanto es así, que los residentes de la primera y segunda planta tuvieron que abandonar sus casas y pasar la noche fuera. También se vieron afectados varios vehículos que se encontraban aparcados en la vía pública.

Hasta el lugar de los hechos, de movilizaron una Bomba Urbana Pesada (BUP) del parque de bomberos de Catarroja, Silla y de Torrent; un sargento de Torrent, un Auto-Brazo Extensible de Paterna; una Bomba Forestal Pesada de Torrent, y un oficial de guardia, según fuentes de este cuerpo. Allí, los diferentes servicios de emergencia, trabajaron en el desescombro de la zona hasta última hora de la tarde y acompañaron a los vecinos de los pisos afectados para que pudieran recoger algunas de sus pertenencias.

Fuentes del consistorio confirmaron a este periódico que técnicos municipales se desplazaron a la finca para evaluar si la estructura resultó dañada y establecer las medidas oportunas.

A falta de los resultados definitivos de los agentes del Grupo de Criminalística de la Guardia Civil, que acudieron al inmueble en busca de pruebas y realizar las investigaciones pertinentes, se sospecha que la sustancia acelerante que utilizó el individuo era gasolina.