Antonio U. A. no encontró demasiados obstáculos en su agresión. A pesar de las reiteradas amenazas, nadie de su entorno alertó a la policía: "Tenía dos órdenes de alejamiento y la policía sabía de sus desencuentros", se disculpa uno de los conocidos de la pareja. Actuó con calma. Se acercó tranquilamente a la mesa y disparó, según describen las dos testigos con las que ha hablado Levante-EMV. Se marchó, también, sin prisas: "Salió caminando", indicó Trini, una de las amigas de la difunta.

Sólo uno de los clientes del bar El Rincón del Lobo le replicó tras el homicidio. El hombre ocupaba junto con otros amigos una de las mesas de la terraza y tras el disparo recriminó al agresor su acción. Antonio U. A. se giró y le apuntó momentáneamente con su revólver. "Pero se marchó enseguida", añaden las amigas. Ramón, el cuarto ocupante de la mesa en la que Virma, Ana, Pilar y Trini tomaban café, salió corriendo tras él después de intentar auxiliar a la víctima. "Al ver que la policía ya se había hecho con Antonio, volvió", explicó Ana.

Según informó ayer este periódico, Antonio U. A. se marchó con la arma en la mano y fue detenido a unas manzanas del lugar donde se produjo el suceso. La rápida actuación de la policía, que cuenta con un retén para la vigilancia y control de la zona de la playa a pocos metros del bar El Rincón del Lobo, evitó la fuga del agresor. Antonio U. A. fue detenido y permanece en el cuartel de Cullera a la espera de pasar hoy a disposición judicial.