R. Laguna, Valencia

Con los ojos llorosos pero serena, una cuidadora de la guardería municipal de Godelleta, María Teresa C. C., afrontó ayer el final del juicio en el que se le acusó de haber maltratado a los pequeños de dos a cuatro años durante la hora de la comida, por lo que el fiscal le pide una pena de cárcel.

"Había un niño un poco cojo y lo llevaba arrastrando, y a otros niños, en volandas. Les obligaba a comer y, si se atragantaban, les reñía. Y las otras cuidadoras no le decían nada. Por cualquier cosa les reñía y les pegaba". Así de contundente se mostró ayer ante el juez de lo penal número 11 de Valencia un chico de 14 años que presenció lo que ocurría con los pequeños de dos a cuatro años en la guardería de Godelleta a la hora de la comida, en el curso 2004-2005, cuando tenía tan sólo 10 años.

En el banquillo de los acusados se sentaba María Teresa C. C., trabajadora de la guardería municipal de Godelleta, acusada por varios padres de dos faltas de lesiones y un delito contra la integridad moral, por el que el fiscal le pide dos años de prisión.

Durante la sesión de ayer, finalizó el juicio con el testimonio de otros dos padres que manifestaron lo que en el pueblo se rumoreaba respecto a esta cuidadora y uno de ellos lo relacionó con las marcas en los brazos de su niña. Un grupo de padres se quejó ante el ayuntamiento al mismo tiempo que presentaban una denuncia ante la Guardia Civil y no fue hasta entonces, mayo de 2005, cundo fue apartada del comedor tras abrir un expediente.

El fiscal reiteró en su informe final la acusación por las dos faltas de lesiones, pero mantuvo el delito contra la integridad moral, alegando que lo que ocurrió en aquella guardería no fue producto de una situación de estrés y que, "por perder los nervios, no sentamos a nadie en el banquillo". Éste afirmó una "conducta continuada y persistente" de la que hay varios testimonios, entre ellos el de otra cuidadora a la que no se le renovó el contrato.

"Trato degradante"

Por esta razón, la acusación particular, ejercida por César Olmos, pide la responsabilidad civil subsidiaria del ayuntamiento en el delito de "trato degradante", al considerar que actuó tarde y con represalias respecto a la única trabajadora que se atrevió a declarar.

Para la defensa, que pide la absolución, sólo se trató de rumores que no han sido confirmados ya que otras madres y trabajadoras del centro negaron que María Teresa fuera especialmente brusca con los niños. El letrado, Juan Molpeceres, insistió en que la acusación se basaba en el "testimonio ambiguo y contradictorio" de tres niños "mediatizados".

En este sentido, Molpeceres apeló también a la acusación del único testigo presencial mayor de edad, la otra cuidadora, quien "no vio que se les obligara a comer el vómito" y "tampoco vio el golpe del niño en la cabeza porque ese día no fue al comedor". Su acusación, según expuso el abogado fue que "era brusca, les gritaba y casi les obligaba a comer".