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"La partida de dalt"

Campanar gana la partida

La asociación de vecinos de Campanar elabora un plan de acción para recuperar una zona de huerta pegada a la ciudad - La propuesta se centra en una ruta de ocio en sintonía con la reactivación de los cultivos y la defensa del patrimonio

Campanar gana la partida

Vecino de Campanar, nacido en este mismo barrio, propietario de un horno hace años y, ahora, agricultor de «La Partida de Dalt», una zona de huerta desconocida para la mayoria de los vecinos de Valencia y situada junto a la ciudad, entre Campanar y Benimàmet. Se trata de José Francisco Borja, uno de los treinta labradores que trabajan una tierra de cultivo que se ha visto regenerada desde que los toxicómanos han dejado de transitar por esos mismos caminos. Las «camellos» hace años que abandonaron esta zona de huerta, antaño conocida como «las cañas». Y muerto el perro, se acabó la rabia.

Desde entonces, muchos labradores han recuperado la productividad de la tierra, mientras los vecinos „como Adela y Nino, residentes en El Pouet„ aprovechan los caminos de huerta para caminar a buen ritmo y hacer algo de deporte. Y no son los únicos. Mientras los agricultores trabajan los campos de cultivo, los vecinos pasean a sus mascotas, circulan en bicicleta o hacen deporte entre campos de lechugas, alcachofas o coles. Los altos edificios que rodean la zona dejan bien presente que «La Partida de Dalt» es un oasis de huerta en medio del urbanismo voraz.

Los vecinos de Campanar conocen «La Partida». Saben que es un pulmón verde a explotar y por eso, para darla a conocer y para que los vecinos del resto de la ciudad también la disfruten, han elaborado un proyecto „«Guanyem la Partida»„ que pretende, precisamente, revalorizar una zona que se ha convertido en un diamante en bruto. Porque, si se pule, brillará como ninguna.

Para la asociación de vecinos encontrar al Estudi La Dula fue toda una revelación ya que, mediante unos talleres de participación ciudadana, el Plan de Acción para «La Partida de Dalt» fue tomando forma hasta concretarse en una iniciativa de bajo presupuesto, pero «de alta renstabilidad ambiental, social y económica, en sintonía con las políticas urbanas que se necesitan hoy».

Con esta metodología de trabajo, los «actores principales» diagnosticaron tres problemáticas centrales „el estado de la agricultura local, el abandono del patrimonio y el desconocimiento del valor ambiental de la zona„ que rigen los tres puntos del Plan de Acción.

Agricultura

Revalorizar la actividad agraria como eje central

«La Partida de Dalt» es una zona de huerta, pero necesita reactivar su actividad agrícola ante la falta de relevo generacional y del encarecimiento de los costes de producción, aparte del mal estado de las infraestructuras agrarias y de los robos que sufren los agricultores. El Plan de Acción propone, desde un etiquetaje propio para los productos tos „una denominación de origen„ hasta la venta directa de los mismos en la plaza del pueblo (Campanar), entre otros.

Patrimonio

Alquerías, infraestructuras hidráulicas y molinos

«La Partida de Dalt» contiene un gran número de elementos patrimoniales de alto interés que, sin embrago, están en un estado de abandono que llama la atención. Entre los bienes patrimoniales destacan tanto el conjunto de alquerías (La Gamberra o Lleonart) como l´Assut de Rascanya como principal estructura hidráulica. Ahora bien, el Molí dels Frares y el Molí del Sol son los que más destacan.

Ocio

Ruta para visitar y conocer «La Partida de Dalt»

El plan de acción destaca la conexión de la zona con la creación de una ruta dentro de la huerta para dar a conocer la historia y la problemática de la zona, y su conexión con la ciudad. El proyecto asegura que el río Turia «ofrece una posible continuidad de espacio verde que potenciar la zona». Por ello, el objetivo es «captar ese flujo de gente y añadirlo a ´La Partida´». Y ya, una vez en la huerta, el plan de acción refleja un paseo didáctico por los campos agrícolas gracias a la implantación de una serie de códios QR de forma que redirijan al visitante hacia un espacio virtual con fichas explicativas sobre los procesos del cultivo y la descripción de los monumentos históricos, como pueden ser los molinos de agua, los murales y las acequias. Para ello proponen un logotipo representativo de la zona y convenios para realizar actividades, como, por ejemplo, un «día de la bici».

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